El Real Avilés ya se ha puesto manos a la obra para comenzar a confeccionar la plantilla de la próxima temporada. El equipo blanquiazul todavía no sabe en qué categoría jugará la próxima campaña, si en Tercera o en Preferente, pero ya ha habido contactos con jugadores y esta semana se comenzará a negociar la parte económica de los contratos. La incertidumbre sobre el futuro deportivo del Avilés, que depende de que el Langreo ascienda a Segunda B para no verse arrastrado a Preferente, no parece hacer mella en los planes de cara a la nueva campaña.

El club hizo oficial este sábado que Abraham Albarrán será el nuevo entrenador del primer equipo para la próxima temporada y el técnico tiene claro qué equipo quiere para afrontar el año: jugadores avilesinos que quieran sacar adelante el Avilés, más allá de la categoría en la que se encuentre. El técnico ya ha tenido contacto ya con esos jugadores, que tendrían cabida "en un equipo puntero de los de Preferente" y en un "buen equipo de Tercera", según explican desde el club. Es decir, la idea es que el Avilés lo formen jugadores principalmente avilesinos con experiencia en Tercera, que peleen por ascender en caso de que el equipo juegue en Preferente y que hagan un buen papel en Tercera.

El entrenador ya había adelantado sus intenciones antes de hacerse oficial su fichaje. "Si yo fuera el entrenador creo que el Avilés tiene que tener jugadores avilesinos. Hay muy buenos jugadores avilesinos desperdigados por los equipos asturianos. Además, tiene que ser una plantilla acorde a la situación económica del club, no gastar más de lo que hay, porque si no, pasa lo que pasa", señaló el entrenador a LA NUEVA ESPAÑA, antes de que se hiciera oficial su contratación por parte del club.

Y es que el entrenador cuelga las botas este año para hacerse cargo de la pizarra, por lo que cuenta con muchos jugadores -compañeros y amigos-, que estarían dispuestos a sumarse a su proyecto. El objetivo, colocar cuanto antes al Avilés en el lugar que le corresponde al de la tercera ciudad de Asturias. Incluso bajando a Preferente, el técnico ya confesó que la vista está puesta en Segunda B en un corto espacio de tiempo.

Abraham ha puesto sobre la mesa sus contactos y peticiones, pero ahora llega lo complicado. Estos días, el director deportivo Alain Menéndez comenzará las negociaciones económicas para terminar de convencer a los futbolistas de que se sumen al proyecto, aunque es cierto que es complicado que se cierren los contratos sin que el equipo sepa en qué categoría jugará el próximo año.