El tenista asturiano Pablo Carreño, cuartofinalista de la pasada edición de Roland Garros y décimo favorito de la actual, avanzó ayer a la tercera ronda de este Grand Slam tras derrotar al argentino Federico Delbonis, 69 del ranking, por 7-6(0), 7-6(2), 3-6 y 6-4 en tres horas y 17 minutos. Mantiene su camino en la tierra batida de París, donde se medirá mañana contra el italiano Marco Cecchinato, 72 del ránking, de 25 años y que hasta esta edición de Roland Garros nunca había ganado un partido en un Grand Slam.

Fue la vigésima victoria del año de Carreño, que por segundo año alcanza esa cifra de triunfos en una temporada. "Valoro mucho que la mayoría de las victorias han sido en Grand Slam y en Masters 1.000, partidos importantes, con resultados importantes contra gente buena.Tanto el año pasado como este están siendo muy buenos. Pese a que hice un año bueno el pasado no tengo que conformarme. Ahora voy a por la victoria 21", aseguró.

Para el tenista lo importante es elevar el nivel y, si no juega bien, tener la entereza que demostró ayer para imponerse. "Esperaba un partido duro, el juego de Delbonis me ha costado mucho, es zurdo, mucha palanca, mucho peso. Me molestaba pero sabía que sería duro y había que luchar mucho", afirmó el asturiano. Agregó que controló bien el encuentro en las dos primeras mangas pese a no generar un buen tenis, pero que en la tercera no pudo cerrarla.

En la cuarta elevó el tono, fue más agresivo y obligó a Delbonis a ponerse a la defensiva, lo que le hizo llevar la iniciativa y ganar con más brillo.

"Cambié la actitud, me animé más, estuve más agresivo y eso cambió la dinámica del partido. De sufrir yo empezó a sufrir él", indicó.