Los Linares dejan Oviedo. Porque no se trata solo de Miguel, el padre de familia, artillero de profesión. Siempre que habla de su estancia en Oviedo, Miguel Linares (Fuentes de Ebro, Zaragoza, 1982) lo hace en plural. Habla de la familia, de su mujer y de sus tres hijos, Elsa, Adriana y Miguel. Linares puso fin a una maravillosa etapa de 4 años en Oviedo con una carta publicada en las redes sociales. Lo hizo con un sentimiento por encima del resto: agradecimiento. Al club, a sus empleados y, sobre todo, a la afición, que desde el primer sprint le trató como uno de ellos.

"A ver cómo explico a mi hijo que papá ya no va a jugar", afirma. Linares deja un legado incontestable de goles, 56: 24 en Segunda, 28 en Segunda B, 2 en promoción y 2 en Copa. Es el 15.º máximo anotador de la historia del Oviedo. Y se va con una imagen inconfundible, aquella que se vio en Astorga, con el uniforme lleno de barro. De ahí, su frase en la carta de despedida: "Siempre podré decir que estuve en Astorga".