La negociación entre Iker Casillas y el Real Madrid para la desvinculación del meta blanco se ha complicado a última hora y ha retrasado, de momento, su incorporación al Oporto. De hecho, Casillas ya estuvo ayer por la tarde en Valdebebas con motivo de la primera reunión de trabajo de Rafa Benítez con su plantilla y esta misma mañana ha acudido a las instalaciones blancas a pasar el reconocimiento médico con el resto de sus compañeros.

Al parecer, el desacuerdo entre el portero y su actual club reside en la fiscalidad del salario que la entidad madridista abonará al futbolista para compensarle por los dos años de contrato que aún tenían firmados, tal y como recogen los diarios deportivos Marca y As. El jugador querría cobrar en bruto los cerca de diez millones de euros que el Madrid le abonaría, algo que no desea el club blanco.

La plantilla del Real Madrid está citada hoy mismo para su primer entrenamiento y el domingo parte a Melbourne para comenzar la pretemporada.