El Oviedo Baloncesto ha conseguido una de sus victorias más importantes al salvar una situación complicada, con poco tiempo para reunir un presupuesto suficiente para jugar en la LEB Oro y con muchas dudas de si alguna empresa, preferentemente asturiana, se iba a decidir a apostar por ellos tras la salida del anterior patrocinador principal. La decisión de Alimerka, además de generosa, es valiente, rompe muchos prejuicios injustificados acerca de los riesgos de ligarse a proyectos deportivos y, sobre todo, es inteligente, puesto que la gente, sus clientes, y no solo los que sean aficionados al baloncesto, la verán a partir de ahora como una compañía que, además de por la cuenta de resultados, se preocupa por cumplir una función social en la región en la que se fundó y en la que tiene la mayor parte de su negocio. La alegría, más allá de que el presupuesto con el que va a contar el club, aún por cerrar, será humilde en una LEB Oro de mucho nivel, es enorme porque la apuesta es para tres años y eso significa que no es fruto de un calentón momentáneo. Al contario, Alimerka valora la buena imagen que tiene el Oviedo Baloncesto, la cantidad de jóvenes que hacen deporte a su amparo y la capacidad que tienen de sacar lo mejor de sí mismos cada temporada y quiere que su nombre quede unido al del OCB por muchos años.