El negocio de la construcción de viviendas no está tan expuesto a una caída pronunciada de la actividad como los de otras comunidades españolas, según el diagnóstico que anteayer expusieron los promotores de la región y que ayer quiso avalar el Gobierno asturiano. Pero el deterioro del mercado ya tiene efectos: han retrocedido tanto la edificación como las ventas, como constatan variopintos informes estadísticos que, por otra parte, los empresarios insisten en cuestionar por faltos de rigor. Ayer, tanto la patronal como el Gobierno asturiano coincidieron en que se nota otro impacto que atañe a los planes para edificar segundas residencias, principalmente junto al litoral asturiano. Según esas opiniones, tales planes son los más expuestos y ya se están ralentizando.

Apolinar Cuesta, presidente del gremio de promotores de la Confederación Asturiana de la Construcción (CAC), y Enrique Álvarez, director general de Vivienda, diagnosticaron que el empuje de la oferta de nueva vivienda turística en Asturias se va a frenar si no lo ha hecho ya. No se está hablando, puntualizó el dirigente empresarial, de que se vayan a paralizar obras que ya están en marcha, pero sí es seguro que se va a demorar o congelar el inicio de promociones que el sector inmobiliario tenía en cartera. No hay un parte concreto de cuántos y qué proyectos podrían estar en esa situación. Hasta ahora, los concejos costeros más activos en la edificación o con expectativas futuras de un desarrollo residencial más intenso han sido los de Llanes, Ribadesella, Villaviciosa, Gozón o Colunga.

«Cuando hay dificultades económicas o financieras lo primero que se resiente es el segmento de las segundas residencias; en Asturias, como en el resto de España, esa oferta se está ralentizando», explicó Apolinar Cuesta. Enrique Álvarez, director general de Vivienda, se sumó a ese pronóstico y avanzó que, presumiblemente, el freno al desarrollo residencial del litoral afectará a los planes de mediano o gran tamaño -de 50 viviendas en adelante- y no tanto a las promociones más modestas.

Durante el pasado año, la edificación de pisos o casas unifamiliares ya bajó sensiblemente en ciertos concejos costeros. Según datos de la patronal CAC, se registraron retrocesos relevantes (superiores al 30 por ciento) en las construcciones iniciadas en Llanes, Villaviciosa o Castrillón. No obstante, como para el conjunto de Asturias, la patronal ha achacado el descenso de la edificación de 2007 a causas no imputables de manera directa al comportamiento del mercado. Ocurre que el año precedente (2006), sobre el que se realizaron las comparaciones estadísticas, fue un ejercicio atípico en el que se disparó la tramitación de proyectos en toda Asturias ante la cercana entrada en vigor del llamado Código Técnico de la Edificación. Las empresas obraron así para eludir los sobrecostes de construcción que impone esa normativa técnica impulsada por el Ministerio de Vivienda.

El enfriamiento del mercado de las segundas residencias en Asturias se produce a la par que otro comportamiento empresarial que días atrás desveló el presidente de la Confederación Asturiana de la Construcción (CAC), Serafín Abilio Martínez, y que ayer confirmó el responsable del gremio de promotores: grandes inmobiliarias nacionales que habían desembarcado en Asturias, algunas de ellas en zonas turísticas del Occidente y del Oriente, están reconsiderando esas posiciones, poniendo a la venta activos de suelo. Es una práctica que, según las explicaciones recabadas, obedece, más que al mercado, a la estrategia general de grandes grupos que están tomando el camino de la liquidación de propiedades para encarar sus dificultades financieras.

El final del «boom» constructor, descrito como «un ajuste entre oferta y demanda» por la patronal asturiana, afectará con más intensidad al negocio de la vivienda turística que al de la construcción de primeras residencias, sostiene la CAC. Anteayer, mientras el Fondo Monetario Internacional (FMI) añadía leña al pronóstico de que España tendrá dificultades económicas acentuadas por el frenazo inmobiliario, el gremio de los promotores presentó un informe de la Universidad en el que se sostiene que la demanda de pisos y casas nuevas en Asturias sigue fuerte, que hay hasta 36.000 familias que tienen intención de comprar casa hasta 2010. Y los dirigentes de la CAC defendieron también que la situación financiera y las expectativas de trabajo del sector regional son saludables. Ayer, el Ejecutivo autonómico respaldó ese diagnóstico.

«No se están dando, al contrario que en otras zonas de España, problemas de grandes promociones que no tienen salida o de empresas con graves dificultades económicas. El informe sobre la demanda añade confianza», comentó Enrique Álvarez, director general de Vivienda, y anotó que el Gobierno asturiano «ha trabajado durante mucho tiempo» para favorecer que la escalada de los precios inmobiliarios se frenara. La patronal ha asegurado, frente al criterio de ciertos analistas, que los precios se están desacelerando, pero no llegarán a bajar. Enrique Álvarez abogó por que la evolución del coste de los pisos «se estabilice en torno al IPC».

Los casos de concurso de acreedores (antigua suspensión de pagos) registrados en el primer trimestre del año aumentaron un 74,2 por ciento en España frente al mismo período de 2007 y se concentraron en el sector de la construcción, los servicios inmobiliarios y su industria auxiliar, según los datos recogidos por Crédito y Caución. Fuentes de Crédito y Caución explicaron ayer que Asturias reúne el 1,2 por ciento (5 casos) del total de situaciones de insolvencia de empresas de todos los sectores que llegaron a los juzgados españoles en el primer tramo de 2008, mientras que a la misma altura del año pasado la región concentraba el 4,4 por ciento (10 casos) de los expedientes tramitados entonces. Un indicador de que, hasta ahora, el deterioro del mercado inmobiliario no ha precipitado una escalada de crisis empresariales, aunque observatorios como SADEI han detectado caídas de actividad en la industria auxiliar.