El nuevo ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, se mostró ayer partidario de que se publiquen las balanzas fiscales, es decir, lo que recibe cada comunidad del Estado con relación a lo que le aporta, ya que, dijo, se trata de un «elemento de transparencia». Sin embargo, el nuevo ministro sostuvo que el conocimiento de estos saldos fiscales no debe condicionar el nuevo modelo de financiación autonómica. «Me parece bien», aseguró el Ministro a TVE, pero explicó que «una balanza fiscal no tiene que ser el elemento que determine una negociación para la financiación».

Corbacho afirmó que la balanza fiscal no deja de ser un «elemento de transparencia» para que los ciudadanos puedan conocer «cómo se reparten los dineros y de qué forma», y confió en que finalmente se haga. Además, dijo que espera que «de esa publicación se haga un uso riguroso y serio».

El pasado día 8, durante el debate de investidura, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció su compromiso de publicar las balanzas fiscales «antes de dos meses».

Desde septiembre de 2004, por encargo del Ministerio de Economía y Hacienda, un grupo de trabajo estudia la publicación de las balanzas fiscales entre las comunidades autónomas y la Administración general del Estado.

Hasta ahora sólo se han publicados estudios académicos sobre las balanzas fiscales, pero nunca balanzas fiscales de carácter oficial. Ésta es una reclamación que vienen haciendo los partidos catalanistas desde hace décadas y que han reiterado con más énfasis en los últimos tiempos. El presidente de la Generalitat de Cataluña, José Montilla, lo justificó como la única forma de acabar, dijo, con la leyenda de una Cataluña privilegiada por el Estado y poco solidaria con el resto de España. Cataluña trata de demostrar que es una de las regiones que más contribuyen financieramente a la Administración central en términos netos (diferencia entre lo que contribuye y lo que recibe).

Las regiones más necesitadas de solidaridad por parte del resto del país (caso de Asturias) han sido renuentes a que se publiquen las balanzas fiscales porque temen que se utilicen como medio de presión en la próxima renegociación del sistema de financiación autonómica. El secretario general de la Federación Socialista Asturiana, Javier Fernández, nunca fue partidario de su difusión y aseguró recientemente que, en todo caso, deberían publicarse también las balanzas comerciales, en las que supuestamente Cataluña saldría beneficiada.

Una vez que el Gobierno central se comprometió a hacer públicos los saldos fiscales oficiales entre comunidades autónomas y Administración central, las regiones que son perceptoras netas (reciben del resto más de lo que contribuyen y cotizan) han advertido de que en ningún caso aceptarán que tales balanzas formen parte de la negociación del sistema de financiación autonómico.

Asturias es la segunda región, sólo tras Extremadura, con el mayor saldo favorable en sus balanzas fiscales con el Estado.