La nueva devolución fiscal de 400 euros, aprobada el pasado viernes por el Gobierno central, beneficiará a 85.142 pensionistas asturianos. De ellos, 22.122 dejarán de tener retenciones por el Impuesto de la Renta de las Personas Físicas (IRPF) a partir de junio de 2008 como consecuencia de la devolución, y por tanto de tributar. La nueva medida, que alcanzará también a asalariados y autónomos, comenzará a aplicarse en el mes de junio y forma parte de un paquete de actuaciones diseñado por el Gobierno central para reactivar la economía española. Entre junio y diciembre, los pensionistas asturianos dejarán de pagar 38 millones de euros a Hacienda.

En Asturias, según los datos que hizo públicos el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, hay 292.944 pensiones, de las cuales 185.680 no tienen que pagar el IRPF. A nivel nacional, los datos recogidos por el Gobierno central señalan que habrá un total de 2,3 millones de pensionistas, con una retención media de 128,32 euros por pensión, que se verán directamente beneficiados por la devolución de 400 euros en el impuesto. De este total, el 23 por ciento (581.908) dejarán de soportar el IRPF en 2008. Esto supondrá un incremento de la renta para este colectivo de más de 121,6 millones de euros en el período comprendido entre junio y diciembre de este año. En el conjunto del país, el número total de pensiones del sistema de Seguridad Social asciende a 8,3 millones, lo que supone un gasto mensual de 6.008,7 millones de euros. Según apunta Trabajo, las pensiones mínimas que no tienen retención han experimentado subidas en los últimos cuatro años superiores a los 400 euros.

Cataluña será la comunidad en la que más pensionistas se beneficien de la medida fiscal, con 127.587 prestaciones que dejarán de pagar el Impuesto de la Renta de las Personas Físicas, le sigue Madrid con 76.882 pensiones, y el tercer puesto del ranking lo ocupa Andalucía con 60.893.

La medida fiscal afecta sólo a los que tienen retención, pero mucho otros pensionistas podrán beneficiarse de la devolución de 400 euros si tienen otros ingresos sometidos a retención o si al hacer la declaración de la renta su liquidez es positiva, según explicaron a «Efe» fuentes del Gobierno.

Según los cálculos que maneja el Gobierno central, la deducción de 400 euros supondrá un ahorro de 6.000 millones de euros para 16,4 millones de contribuyentes. La medida, una de las estrellas dentro del «plan de choque» diseñado por el departamento que dirige Pedro Solbes, se notará ya en las nóminas de junio, al reducirse las retenciones en 200 euros como máximo, mientras que el resto del importe, hasta completar los 400 euros, se prorrateará en los restantes meses hasta final de año. Sin embargo, es posible, según explicaron fuentes del Gobierno, que algunos contribuyentes perciban una cantidad inferior a los 200 euros, debido al ajuste de retenciones. En cada ejercicio, cada empresa ajusta de forma periódica las retenciones a sus empleados para adecuarlas a su situación personal, por lo que los contribuyentes a quienes su compañía les eleve la retención en el próximo ajuste, porque tenían una menor a la que les correspondía, pueden percibir menos de 200 euros.

Para los autónomos, la forma de devolución de la ayuda será diferente. En concreto, la medida para los trabajadores por cuenta propia se articulará a través de devoluciones trimestrales de 100 euros, debido a las diferentes formas de tributar que tiene este colectivo. No obstante en este ejercicio, por ser el primer año de aplicación de la medida fiscal, los autónomos recibirán los primeros 200 euros (la cuantía correspondiente a los primeros seis meses del año) en julio, otros 100 euros en octubre y los últimos 100 los percibirán en diciembre. Para el resto de contribuyentes que se pueden beneficiar de la medida (asalariados y pensionistas) a partir de 2009, los 400 euros se prorratearán coincidiendo con cada una de las retenciones mensuales de los trabajadores.

El Gobierno central espera que este cheque fiscal ayude a reactivar la economía española, que está sumergida ya en una fase de desaceleración, de forma que el crecimiento de este año sea dos o tres décimas mayor del que se conseguiría sin esta medida. Fuentes del Ministerio de Economía matizaron que éste es el cálculo del efecto que han hecho diversas entidades privadas, aunque el Ejecutivo lo cree razonable, y añadieron que el efecto se podría elevar a medio punto de crecimiento del PIB «a medio plazo».