Las celebraciones del Primero de Mayo en Estambul desembocaron ayer en enfrentamientos con la Policía, un número indeterminado de heridos y al menos 505 personas detenidas. De acuerdo a los datos de la Confederación de Sindicatos de Empleados Públicos (KESK), la cifra de detenidos alcanzaría los 900, incluyendo numerosos sindicalistas.

La Policía de Estambul había recibido la orden de la Delegación del Gobierno de impedir a los sindicatos acercarse a la céntrica plaza de Taksim, donde se había convocado una concentración de 500.000 personas en conmemoración de las 37 que fueron asesinadas el 1 de mayo de 1977. Las concentraciones del «Día del trabajo» están prohibidas en la plaza de Taksim desde el golpe militar de 1980, debido a los trágicos sucesos de 1977, pero cada año los sindicatos insisten en manifestarse en este emblemático lugar.

Los disturbios entre manifestantes de izquierda y la Policía también marcaron el Primero de Mayo alemán, en el que miles de jóvenes se enfrentaron a las marchas de neonazis convocadas, y calificadas de «provocación» por los sindicatos.

Al otro lado del Atlántico, los cubanos se van acostumbrando a que el desfile del Primero de Mayo no esté aderezado con discursos largos y también a que la arenga revolucionaria del día no salga de la boca de Fidel Castro, ahora ex presidente. En esta ocasión fue su hermano, Raúl Castro, quien encabezó el desfile, en el que participaron medio millón de personas. Éste es el segundo Primero de Mayo al que no asiste Fidel Castro, convaleciente de una enfermedad intestinal que le impide aparecer en público desde hace 22 meses.