Madrid, Efe

El consejo de administración de la Comisión Nacional de la Energía (CNE) aprobó ayer un documento en el que propone al Ministerio de Industria, Turismo y Comercio que aplique una subida del llamado «término de energía» de las tarifas eléctricas del 11,3 por ciento, un incremento notablemente inferior al del 20 por ciento que inicialmente se había considerado.

El llamado término de energía es la parte vinculada a la evolución del precio de la electricidad, pero la tarifa también se compone de conceptos que pagan los consumidores, como la potencia contratada y los peajes por el uso de las redes, sobre los que la CNE no se ha pronunciado.

El regulador energético se ha limitado a cumplir con el mandato de Industria, que en diciembre pasado le encargó hacer una propuesta de subida de las tarifas eléctricas, a partir de la evolución de las materias primas y otros conceptos que influyen en la formación del precio del kilovatio-hora (KWh). En la reunión de ayer, el consejo del organismo respaldó la propuesta con seis votos a favor y tres con contra.

Desde la liberalización del sector eléctrico, las tarifas no reflejan los costes de producción de electricidad, lo que ha conducido a la generación de los denominados déficits tarifarios, que actualmente supera ya los 10.000 millones de euros, y que pagan los consumidores durante los años siguientes mediante el propio recibo de la luz. El desajuste en los tres primeros meses del año fue de 824,1 millones de euros, según los datos de la CNE.

El vicepresidente del Gobierno y ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, defendió ayer aproximar «de forma progresiva» el precio de la electricidad a su coste real. Solbes admitió que el aumento en la tarifa eléctrica provocará «problemas con la inflación», pero resaltó que, si se mantiene el precio de la energía por debajo del coste, «lo que estamos es resolviendo un problema hoy y creando un problema para el futuro». «Hay que ir hacia el modelo final que tenemos que aplicar de acuerdo con las normas europeas, consistente en una libertad de precios para la mayor parte de los consumidores y que refleja por lo tanto el coste del producto», afirmó Solbes.