Gijón, J. M. CEINOS

La economía asturiana «tuvo un pasado complejo, tiene un presente esperanzador y un futuro ilusionante», pero para alcanzar ese futuro «debe abrirse al exterior y concentrar todos los esfuerzos para que sea competitiva». Éste es el diagnóstico que el economista Alberto González (Mieres, 1965) y secretario general de la Federación Asturiana de Empresarios (FADE), explicó ayer, en Gijón, en una conferencia que pronunció en el Ateneo Jovellanos.

Y para lograr la competitividad, el economista afirmó que se deben poner «bases sólidas» en tres apartados fundamentales: el territorio, la población y las empresas. Respecto al primero, señaló Alberto González como prioridad la finalización de las infraestructuras de comunicaciones, para «facilitar el acceso desde Asturias hacia y desde el resto del mundo», así como cambiar la «competencia insana entre territorios y ciudades por la colaboración».

En cuanto a la población, tras destacar de cada cien asturianos en edad de trabajar sólo lo hacen 46, el secretario general de la FADE abogó por «mejorar la formación», es decir, la educación y la capacitación, especialmente en idiomas (el inglés específicamente).

Y por lo que respecta a las empresas, opinó que deben «internacionalizarse», caminar por la senda de la «innovación y el desarrollo tecnológico» y, como última elemento de la receta, «ser agresivas en la venta».