Madrid, E. P.

La constructora ACS está dispuesta a una eventual fusión entre Iberdrola, eléctrica de la que es el primer accionista, con un 12,4% de su capital, y Gas Natural, en caso de que contara con el consenso de todas las partes implicadas. Así lo anunció ayer el presidente del grupo de construcción, servicios y energía, Florentino Pérez.

La constructora incluso está dispuesta a canjear la participación que tiene en la eléctrica que preside Ignacio Sánchez Galán (de la que un 5,2% es de forma indirecta, a través de derivados) por los activos que hubiera que desinvertir en el proceso de la fusión, para facilitar la operación. ACS integraría dichos activos en Unión Fenosa, eléctrica de la que el grupo es también primer accionista (45,3%) y que consolida por integración global en sus cuentas, que verían aumentar así su tamaño.

«Actualmente, está abierta una reflexión sobre una fusión entre Iberdrola y Gas Natural, y esto hace pensar a todos los agentes implicados que es la forma más correcta de hacer un gran campeón nacional, que tiene sentido industrial y que está dentro de la estrategia del Gobierno», indicó Pérez.

«Si esta reflexión tiene el consenso de todas las partes, apoyaríamos esta estrategia. Habría que llegar a un acuerdo de activos a desinvertir y haríamos más grande Unión Fenosa», añadió el presidente de ACS, tras la junta de accionistas de la compañía. No obstante, en caso de que «por razones objetivas importantes» se «cerrara la puerta» a la integración de la eléctrica y la gasista, Florentino Pérez mostró la disposición de su grupo de estudiar otras alternativas para la eventual reestructuración del sector eléctrico y energético que se avecina. «Hay muchas posibilidades de hacerlo», aseguró el presidente de ACS respecto a la reorganización de este mercado. «Pero en esto son muy importantes los plazos y que no haya especulaciones que puedan perturbar el ya complicado mundo de la energía», añadió.

El objetivo final de ACS es «consolidar un gran grupo energético español» donde la compañía «pueda ser protagonista», desde el respeto a todos los accionistas, «grandes y pequeños», y bajo dos condiciones. Pérez vinculó cualquier proceso de este calado a que «cumpla lealmente con la política energética del Gobierno y asegure que la mayoría de los activos energéticos españoles estén en manos de accionistas españoles».