Oviedo, L. GANCEDO

El Consejo de Ministros dio luz verde ayer a la nueva planificación de inversiones para los sectores del gas y de la electricidad, y su redacción final confirma la inclusión de los proyectos asturianos de líneas eléctricas e infraestructuras gasistas -regasificadora de El Musel y varios gasoductos- entre las obras prioritarias de un programa que, a cargo de Red Eléctrica de España (REE) y Enagás, supondrá casi 20.000 millones de euros. Pero el documento viene a plasmar, además, las bases de la política energética del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero para los próximos años: se apuesta principalmente por las energías renovables y por las centrales de gas, aunque queda abierta la opción de instalar a medio plazo nuevas térmicas de «carbón limpio» y, también, la posibilidad de ir al cierre de nucleares.

El capítulo nuclear incorpora uno de los pocos cambios que se han producido entre el documento de planificación que dejó hecho el anterior ministro de Industria, Joan Clos, y el que ayer llevó al Consejo de Ministros su sucesor, Miguel Sebastián. Al analizar qué papel tendrán las distintas tecnologías de generación de electricidad para cubrir la demanda hasta 2016, el documento de Clos trabajaba sobre la hipótesis de «mantener la potencia instalada» nuclear. Esto es, no ir a la autorización de nuevos grupos atómicos, pero tampoco al cierre de los actuales. El nuevo documento que ayer divulgó el departamento de Miguel Sebastián tras la reunión de Moncloa, considera la posibilidad de que «se produjera el cierre de algún grupo (nuclear) y afirma que «el sistema sería capaz de asumirlo, bien a costa de disminuir el índice de cobertura -la sobrecapacidad de producción que por razones de seguridad tiene España-, bien con generación de otro tipo de tecnología».

La primera redacción del plan 2008-2016 quedó lista para ser aprobada por el Consejo de Ministros en las semanas anteriores a las elecciones del pasado 9 de marzo, pero la decisión se aplazó hasta después de los comicios y hasta la formación del nuevo Gobierno. En el anterior estaban Joan Clos, «padre» del documento que había soslayado la cuestión nuclear, y Cristina Narbona, entonces ministra de Medio Ambiente y firme defensora de recortar un parque atómico que aporta ahora el 24% de los kilovatios que consume el país.

El anterior Ejecutivo central decidió en 2006 el cierre de la central nuclear José Cabrera (Zorita, en Guadalajara), la más antigua y la menos potente de España. El próximo año, el Gobierno se pronunciará sobre Garoña (Burgos), que deberá ser clausurada en 2011 si no se autoriza una prolongación de actividad. El PSOE llegó a prometer en 2004 un calendario de cierres. Tal compromiso fue reformulado después como una «reducción gradual» del papel de las nucleares en la dieta energética del país.

El plan aprobado ayer es más explícito sobre el uso eléctrico del carbón. Como ya estaba previsto, se confirma que en los próximos años cerrarán varios grupos térmicos en España al agotarse su vida útil o quedar desfasados ante las nuevas exigencias ambientales. Ahora bien, el Gobierno contempla la posibilidad de autorizar nuevas centrales carboneras más eficientes -«supercríticas», como la prevista por HC Energía en Aboño- cuando esté disponible la tecnología de captura y secuestro de dióxido de carbono (CO2). Los expertos creen improbable que eso ocurra antes de diez años.

El acuerdo del Consejo de Ministros ratifica además la condición de prioritarias de las nuevas líneas de alta tensión pendientes en Asturias (Sama-Velilla, Soto-Penagos y la conexión con Galicia) y confirma también el carácter estratégico de la regasificadora de El Musel, incluida su ampliación, a partir de 2013. En el horizonte de 2015, como ya publicó este diario, la planta que promueve Enagás duplicará su tamaño y dispondrá de cuatro grandes tanques para almacenar el gas natural licuado que llegará en buques gaseros a la dársena gijonesa.

Alta tensión

El Gobierno considera prioritarias las nuevas líneas asturianas y confirma las previsiones de REE: entrada en servicio de Soto-Penagos en 2009 y de Sama-Velilla en 2011. Se incluye, asimismo, la creación de un «anillo» de 400 kilovoltios para conectar las subestaciones del área central de Asturias.

Regasificadora

El plan confirma la entrada en servicio de la regasificadora de El Musel en 2011 con dos depósitos de gas natural licuado de 150.000 metros cúbicos de capacidad. Se programa ya, para el período 2013-2015, la construcción de dos depósitos más y la ampliación de la capacidad de regasificación.

Gasoductos

El Ministerio de Industria prevé la construcción de varios ramales de servicio a las futuras centrales de gas y una conexión entre la regasificadora de El Musel y Llanera. Se ratifica también el carácter urgente del nuevo gasoducto entre Asturias y Cantabria (Llanera-Treto).