Oviedo / Madrid,

J. C. / Agencias

Empresarios, sindicatos y representantes del Gobierno trataban anoche de aproximar posturas para posibilitar un nuevo pacto social, pero fuentes empresariales dudan de que la cena convocada por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, vaya a permitir salvar las diferencias. Al encuentro, en La Moncloa, estaban invitados anoche los presidentes de CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, y de Cepyme, Jesús Bárcenas, y los secretarios generales de UGT, Cándido Méndez, y de CC OO, Ignacio Fernández Toxo.

El comité ejecutivo de la patronal española CEOE se reunió ayer en Madrid, horas antes, para analizar la situación y sopesar el documento que el Gobierno había hecho llegar en los últimos días a los interlocutores sociales. Fuentes empresariales consultadas por este periódico, aseguraron que la propuesta «carece de contenido» y que «el acuerdo social no está cercano y va a ser costoso de alcanzar».

Sectores de la patronal mantienen que las cuotas a la Seguridad Social «son un impuesto más» y que «ni este Gobierno ni los anteriores han estado ni están dispuestos a acometer reformas auténticas».

Según los sindicatos, la patronal mantiene también la exigencia de una reforma laboral. Según fuentes empresariales, en el seno de la CEOE existe la convicción de que los superávits de la Seguridad Social, sustentados en las aportaciones de empresarios y trabajadores, «han servido para cubrir los déficits del Estado» en sucesivos ejercicios cuando el pacto de Toledo prevé que, una vez dotado el fondo de reserva de la Seguridad Social, la primera aplicación de los excedentes sería para reducir las cuotas.

Este asunto es una de las cuestiones cruciales del diálogo social. Los sindicatos se oponen a un recorte y el Gobierno ofrece aliviar esa carga de forma tenue y temporal. Lo contrario, según advirtió días atrás el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, pondría en riesgo el sistema de pensiones.

El Gobierno reconoce que «las cosas no están fáciles» en la negociación sobre el diálogo social, pero fuentes del Ejecutivo reiteraron que en ningún caso se asumirá la petición empresarial defendida por las patronales ,CEOE y CEPYME de reducir en cinco puntos sus cotizaciones. Este es el principal escollo de la negociación, ya que el Gobierno ha fijado la rebaja de esas cotizaciones en 1,5 puntos.

Fuentes sindicales expresaron su deseo de que haya cambios por parte de Gobierno y empresarios para que finalmente puedan firmar un acuerdo. Pero lo sectores empresariales consultados por este periódico alegaron que no se trata de cerrar una apariencia de acuerdo o un pacto vacuo, sino de negociar a fondo cuestiones capitales. «Nosotros no nos vamos a levantar de la mesa. Que se levanten otros si quieren», sostuvo una fuente empresarial.

El ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, declaró a la SER que el diálogo social entra en una fase en la que «todos» deben esforzarse en cerrar un acuerdo «definitivo» porque la crisis «no entiende ni de semanas ni de meses» y en septiembre, ha dicho, «hay que tomar alguna medida». El ministro de Trabajo sostuvo que habría que mandar un «mensaje» a la sociedad española para restaurar su confianza.