Oviedo, J. C.

Algunos sectores industriales asturianos podrán salir fortalecidos de la crisis porque, por su mayor competitividad que los análogos de otras regiones, es muy factible que ganen cuota de mercado a costa de esas mismas industrias de otras comunidades. Así podrá ocurrir, por ejemplo, en el caso del sector metalúrgico asturiano, según el análisis del catedrático Joaquín Lorences.

Sin embargo, ni este sector ni otros de la industria se están librando de un empeoramiento de las expectativas. Metalurgia, productos metálicos (excluida la maquinaria) y otras fabricaciones (vidrio, cerámica, etcétera), todos los cuales producen para otros sectores (construcción, automóvil y otros), van a sufrir recortes «brutales» de actividad, en algunos casos del 30 y del 32%. Y ello es aún más relevante toda vez que estas actividades, que representan el 60% de la industria manufacturera asturiana, están sufriendo no sólo una caída de la demanda, sino, al tiempo, una reducción de los precios.

Los tres segmentos de producción citados («el corazón de la industria asturiana») son justamente los ámbitos de actividad donde se percibe con más contundencia en Asturias «cómo lo que en origen fue una crisis financiera se ha transformado en una crisis industrial y de la economía real», apunta Lorences. «Este tipo de fabricaciones, al tratarse de bienes intermedios para la industria y no destinados al consumo final», señala el catedrático, «se basan en el crédito para solventar la demora en los pagos y en los cobros», y por eso también se han visto golpeados por el endurecimiento del sector financiero tras la crisis bancaria de septiembre.

La caída simultánea de la demanda y de los precios que sufren estos tres sectores evidencia un aumento de la competencia. «En este momento, esas tres industrias están sujetas a una competencia brutal», indica Lorences. «Se trata de sectores en los que ya había una alta competencia y ahora mucho más, porque hay una pugna por la captación de los clientes más solventes».

Según Lorences, autor en 2008 de un estudio en el que Asturias figura como la quinta región con más ramas económicas en los máximos rangos de competitividad, «si la crisis no se prolonga en exceso, estos sectores podrán salir de esta etapa con mayor cuota de mercado de la que tenían antes». «Por eso muchos de ellos aún no están amortizando empleo y sólo recurren a regulaciones, porque previsiblemente son industrias que se recuperarán muy rápido cuando se restablezca el mercado», señaló el profesor asturiano. «En este momento, los trabajadores tienen que ser conscientes de que esas empresas se la están jugando y que hay una oportunidad de ganar mercado porque en otras regiones están cayendo». Lorences constata que a otras ramas de la industria regional (química y fabricación de maquinaria y equipos) les está yendo bien pese a la crisis.