Oviedo, L. GANCEDO

Los Cosmen están habituados a sortear barreras. De la resolución del clan familiar y empresarial que lidera José Cosmen Adelaida (Cangas del Narcea, 1928) un ejemplo fue cómo, hace ahora 25 años, se convirtieron en una de las primeras empresas españolas en establecerse en China, cuando la apertura de la gran economía asiática era mucho más limitada que ahora y la labor de hacer negocios allí requería grandes dosis de audacia y paciencia. Audaz ha sido también su último gran movimiento, su intento, por el momento fallido, de hacerse con el dominio de National Express (NX), el operador británico de transporte de viajeros del que forma parte Alsa desde 2005 y del que la estirpe asturiana ya es primer accionista (18,66 por ciento).

Pero Londres le ha echado el alto a los Cosmen, que meditan su siguiente paso después de que, anteayer, la dirección de NX, con el apoyo de relevantes accionistas, rechazara por segunda vez en un mes la oferta de compra que comparten a medias la familia asturiana y la sociedad de capital riesgo CVC Capital Partnerse. Hasta el 11 de septiembre próximo, según un plazo fijado por la autoridad bursátil del país (Takeover Panel), el corazón económico británico que se aloja en la City londinense estará pendiente de si los Cosmen mantienen, mejoran o retiran su oferta (660 millones de euros por el 83,34 por ciento de NX que no controlan) o de si concreta la expectativa de que otro comprador intente hacerse con el grupo y, dentro de él, con la española Alsa. «Están abiertas todas las hipótesis», se comenta en medios cercanos a tales operaciones.

La que han intentado los Cosmen podría haberles dado el dominio de National Express -43.000 empleados, negocios de autobuses, trenes y tranvías en tres continentes y más de 3.000 millones de euros de facturación- a cambio de desembolsar a su cargo unos 250 millones, unos 40 más de lo que recibieron en efectivo con la integración de Alsa en 2005 y que en parte fueron invirtiendo para elevar su participación en NX del 9,9 inicial al 18,66 por ciento actual. Según las informaciones recabadas, la alianza entre CVC y los Cosmen implica que cada parte se haría, de tener éxito la opa (oferta pública de adquisición), con la mitad del capital. CVC pagaría su 50 por ciento y la familia asturiana pondría las acciones que ya posee y los recursos para adquirir la diferencia hasta el 50 por ciento. Al precio ofrecido y ya rechazado por NX, habrían sido los comentados 250 millones.

A la dirección de National Express y al menos a algunos de sus accionistas cualificados -entre ellos un fondo de inversión de la aseguradora Prudential, titular del 12 por ciento- la oferta de los Cosmen y CVC, que implica tasar la compañía en 792 millones de euros, es insuficiente. El valor en Bolsa de NX está en unos 700 millones, pero hace sólo dos meses, antes de las tentativas de compras o fusiones, el gigante británico no llegaba a los 490 millones tras un año de castigo por la crisis económica y por el deterioro de los resultados del grupo, que entró en pérdidas en el primer semestre (42,5 millones de euros) y tiene severas dificultades que resolver con su endeudamiento.

El escenario descrito (devaluación en Bolsa y deuda, junto a un accionariado disperso y un entorno monetario favorable para el euro frente a la libra) puede ser visto como una oportunidad que los Cosmen han querido aprovechar, aunque también como un contexto propicio para un golpe de mano que revise la gestión de National Express. La «estrategia clara» que la dirección presidida por John Devaney está defendiendo para sanear el balance de NX consiste en ir a una ampliación de capital por valor de unos 400 millones de euros. Recursos para reducir la deuda (1.100 millones) que la dirección ha ido recortando también desde finales de 2008 a través de la venta de algunos negocios.

En medios conocedores de la situación de NX se considera que la ampliación de capital, opción que ha estado consultando la dirección con los accionistas, sería «un parche», una solución parcial. Las condiciones pactadas con los bancos determinan que el endeudamiento no puede superar un determinado nivel -no ser superior a 3,5 veces al resultado bruto de explotación- y que además la empresa estará obligada en 2010 a cumplir un baremo más riguroso. Como quiera que la crisis está reduciendo los ingresos y que están en riesgo dos concesiones ferroviarias por desavenencias con el Gobierno británico, el panorama es muy complejo, según el mismo diagnóstico.

Los Cosmen y CVC quieren comprar e imprimir otro rumbo a la gestión y otras soluciones para el endeudamiento que incluirían una venta de activos (negocios) a un competidor (Stagecoach) con el que ya ha habido conversaciones preliminares. La familia asturiana confía además en que se tenga presente la solidez y solvencia de su ejecutoria en el negocio del transporte y en que su condición de grupo empresarial de origen extranjero no suponga inconveniente en la muy liberal City, como no lo ha sido para que el Banco Santander, Telefónica o Iberdrola hayan hecho grandes negocios en Gran Bretaña. De momento, National Express se lo ha puesto difícil a los Cosmen.