Oviedo, J. C.

El grupo inmobiliario Nozar, propiedad de la familia asturmexicana Nozaleda, prosigue las negociaciones para tratar de alcanzar un acuerdo con la banca acreedora que le exima de declararse insolvente y de acudir a un proceso concursal. Aunque ha habido aproximación de posturas entre la inmobiliaria y algunas entidades financieras, el acuerdo aún no está próximo, según admitieron a este periódico personas allegadas a la negociación. Entre las entidades acreedoras figura Cajastur.

Según personas conocedoras de los términos en que se están produciendo las conversaciones, las entidades acreedoras se habrían fragmentado en tres tendencias: aquellas que son partidarias de acceder al propósito de la inmobiliaria; otras, muy poco receptivas, y un tercer grupo -en el que figuraría la caja asturiana, según tales testimonios- que serían proclives a llegar a un entendimiento pero que estarían manteniendo una posición de exigencia rigurosa de condiciones a Nozar para satisfacer sus pretensiones.

Nozar pretende alcanzar un acuerdo que le permita reestructurar su deuda bancaria, evaluada en 700 millones de euros, y además precisa obtener de los bancos y cajas acreedores otros 70 millones de euros para no tener que declararse insolvente.

Además, Nozar mantiene negociaciones con otros acreedores no bancarios para que acepten un plan de pagos que comportaría una quita o reducción de la deuda que en algunos casos podría llegar a ser del 50%.

Según unas fuentes, Nozar dispone hasta mañana, viernes, para lograr un acuerdo, pero otras partes consultadas por este diario sostienen que el plazo expira el lunes y que los negociadores dan por hecho que las conversaciones se prolongarán durante sábado y domingo.