Oviedo,

Marián MARTÍNEZ

Más de 1.700 profesionales asturianos con alta cualificación que se encuentran fuera de la región buscan trabajo para volver al Principado. El 56 por ciento tiene entre 26 y 35 años, y la mayoría son licenciados e ingenieros superiores. Todos ellos figuran en el registro habilitado por el Gobierno regional a través del «plan Deva», en el que se ponen en contacto directamente los profesionales y las empresas. De momento, el número de solicitudes de jóvenes con alta cualificación que buscan trabajo en la región en plena crisis crece a un ritmo medio del centenar cada cinco meses.

Los demandantes de empleo en Asturias se ubican fundamentalmente en Madrid y en otras ciudades del territorio nacional que vivieron un importante desarrollo económico con mucha oferta de empleo y que ahora han perdido dinamismo por la crisis. También los hay, menos numerosos, en otros países que se plantean, asimismo, regresar al Principado, donde tienen sus raíces familiares, pese a que encontrar trabajo es difícil y los salarios suelen ser más bajos. A su favor juega ahora la baza de la experiencia adquirida estos años.

Esta circunstancia no es nueva. El Instituto para el Desarrollo Económico del Principado (IDEPA) puso en marcha el «plan DEVA» en el año 2006. Arrancó con 600 inscritos en el apartado de solicitantes de empleo y ya entonces el presidente del organismo autónomo, Víctor González Marroquín, aventuró que a medida que se fuera asentando el plan y se fuera conociendo irían aumentando los inscritos. Lo que no estaba previsto es que se cruzara en el camino la crisis y sus consecuencias.

La condición indispensable para inscribirse en el «plan Deva» como demandante de empleo es tener estudios universitarios y al menos cuatro años de experiencia. La mitad de los demandantes de un empleo son licenciados, seguidos de ingenieros superiores, técnicos y diplomados. La mayoría de ellos están especializados en administración y dirección de empresas, en ingenierías industriales, en ciencias empresariales y en derecho, aunque el abanico es mucho más amplio.

Los jóvenes que buscan una oportunidad en el Principado guardan celosamente su identidad. De hecho, la confidencialidad es otra de las condiciones irrenunciables. Sólo las empresas que estén dadas de alta y reconocidas pueden acceder a los currículum, y se les facilita la manera de ponerse en contacto. «La razón es sencilla. Si una empresa se entera en internet de que un trabajador está buscando otro empleo o negociando con otra empresa, lo puede despedir. Es fundamental la confidencialidad», aseguran desde el IDEPA.

Otros profesionales, al ver que no consiguen un puesto de trabajo en Asturias, se deciden a ser emprendedores y montar su propio negocio. Algunos de ellos aprovechan el «plan DEVA» para ponerse en contacto con empresas asturianas. Aunque todos son conscientes de que ahora no es el mejor momento para buscar un empleo, y mucho menos poner en marcha una empresa, no se desaniman. Quizá por eso, continúa aumentando la lista de solicitudes en el IDEPA, como también lo hacen las que tramita la patronal asturiana, la FADE, que aumenta desde el inicio de la crisis.