Oviedo, Javier CUARTAS

El sector crítico de Central Lechera Asturiana (Clas) al que se dio en llamar «tercera vía» -y al que han acabado uniéndose ganaderos procedentes del colectivo AIG-Clas- no se sumará al pacto interno en la sociedad.

Mañana, en las dos asamblea generales convocadas por Central Lechera (una, ordinaria, y otra, extraordinaria), este grupo opositor mantendrá su rechazo a las propuestas del sector mayoritario y no participará en el consenso que ha impulsado el presidente de Clas y líder del sector oficial, Bertino Velasco.

A este pacto se han sumado los dirigentes del colectivo AIG-Clas -encabezado por Enrique Fernández-, otros opositores y también Ramón Fernández, el candidato crítico que hace dos años disputó a Velasco la presidencia de Clas. Estos grupos han pasado a conformar una nueva mayoría, con lo que previsiblemente el sector oficial de Central Lechera -hegemónico en la junta rectora, pero minoritario en la asamblea- pasará a contar con un respaldo suficiente también en este último órgano. Todo apunta a que los críticos de la «tercera vía» modularán la expresión de su rechazo a las propuestas del sector oficial y harán patente su disconformidad de forma diferente según cada una de las propuestas que se someterán a votación en las dos convocatorias consecutivas que tendrán lugar mañana.

Se da por seguro que esta tendencia crítica volverá a votar en contra de las cuentas y gestión de la sociedad, tanto las de 2007 (pendientes aún de ratificación, tras haber sido rechazadas dos veces por la asamblea) como las de 2008, que será la primera vez que se someterán a votación. La «tercera vía» considera que persisten las mismas razones por las que ya fueron rechazadas las cuentas de 2007 el año pasado: entre otras, la inclusión de partidas para pagar informes jurídicos que fueron encargados sin conocimiento ni autorización de la junta rectora y cuyo fin era la transformación de Clas en una sociedad limitada. Pero, además, con la oposición a las cuentas se pretende plasmar «el rechazo a una junta rectora que no tiene nuestro reconocimiento y que ya debería haber dimitido tras sufrir sucesivas derrotas en la asamblea y a la que se le han rechazado las cuentas y la gestión en dos ocasiones», aseguraron miembros de este colectivo opositor.

En el caso de la reforma estatutaria que planteará mañana la dirección de Central Lechera Asturiana, la «tercera vía» optará por «no participar» en la misma. Aduce este grupo que no se le consultó ni se le pidió opinión antes de llevar una propuesta cerrada a la asamblea, y que deberá ser votada en bloque y no de forma aislada cada artículo que se modifica. Algunas de las modificaciones recogen antiguas reivindicaciones de los críticos, pero otras, como la supresión del pago de interés por el capital (se sustituye por el reparto de dividendos cuando haya beneficios), la eliminación del artículo «97.g» sobre causas de disolución, el aumento de la mayoría hasta el 60% para revocar a la junta rectora o la reducción del voto requerido para transformar o disolver la sociedad, inspiran suspicacias. En el caso de la readmisión de los doce críticos de AIG-Clas expulsados en 2005, la «tercera vía» dará libertad de votos a los integrantes de este colectivo.

Sector oficial

El presidente de Clas, Bertino Velasco, sostiene en el boletín interno que Central Lechera precisa una «nueva mayoría para consolidar su proyecto» y confía en que la asamblea así la otorgue, porque Clas y su futuro como sociedad agraria precisan, dice, «sumar y no restar» y «aparcar» las diferencias.

Sector crítico

El sector crítico, que no se ha sumado al pacto recientemente alcanzado entre las tendencias antagonistas de la sociedad, votará en contra de las cuentas y la gestión y no respaldará la reforma estatutaria. No se opone al reingreso de los expulsados hace cuatro años.