Madrid / Oviedo, Agencias

La recuperación del empleo se producirá en España a una velocidad que sólo permitirá volver a las tasas de paro anteriores a la crisis económica dentro de cuatro o cinco años, según pronóstico del secretario de Estado de Economía, el asturiano José Manuel Campa, que se ha mostrado abierto a que en la cercana negociación de una reforma laboral tenga cabida, aunque no como asunto central, la propuesta de la patronal CEOE para crear un nuevo tipo de contrato fijo con indemnización por despido más baja que los actuales.

El Gobierno prevé que el producto interior bruto (PIB) español deje atrás los números rojos en 2010 y que el empleo gane algún vigor a finales del año. Ahora bien, según las respuestas de José Manuel Campa en una entrevista con la agencia «Europa Press», el equipo económico que lidera la ministra Elena Salgado no cree que España vaya a ser capaz de crear empleo neto -saldo positivo entre el empleo creado y el destruido- hasta 2011. Horas después de que se confirmara que el número de parados inscritos en las oficinas del antiguo Inem ronda los 4 millones, el economista ovetense señaló lo siguiente sobre las previsiones del Ejecutivo: «Predecimos que estaremos creciendo por encima del 2% en 2012. Para crear empleo sustancial esta tasa es suficiente, lo que no quiere decir que sea suficiente para volver a una tasa de paro como la que teníamos en 2006-2007 en los próximos cuatro o cinco años», subrayó.

La crisis ha colocado la tasa de desempleo en España a un paso del 18% (13,4% en Asturias) y durante 2010 se alcanzará el 20%, según variopintos observatorios económicos. En los mejores momentos del largo ciclo de crecimiento económico que acabó abruptamente en 2008 la tasa de paro nacional se movió entre el 8% y el 9%.

Con ese panorama de fondo, el secretario de Estado defiende la conveniencia de aprobar este año una reforma laboral que se concentre básicamente en reducir la elevada temporalidad del empleo. Campa precisó que «una de las líneas rojas» marcadas por el propio presidente del Gobierno es que la reforma no puede vincularse de manera exclusiva a la creación de un contrato específico, como el propuesto por la CEOE, con una indemnización de 20 días por año trabajado, si bien matizó que es una de las propuestas «que se pueden discutir», aunque sin que constituya «el centro» de la futura reforma. Antes de su incorporación al equipo del Ministerio de Economía, José Manuel Campa apoyó el «manifiesto de los cien», una propuesta de reforma laboral formulada por economistas y otros expertos y que incluía la eliminación de casi todos los contratos temporales y la creación de un nuevo contrato estable con despido más barato.

Campa se muestra partidario de acometer una reforma de las pensiones, aunque subrayó que la sostenibilidad del sistema público está asegurada a corto plazo. Abogó por «medidas a medio y largo plazo», como la ampliación de los años -15 ahora- que computan para el cálculo de las prestaciones o políticas que retrasen la edad efectiva u obligatoria de jubilación. El secretario de Estado auguró además que el primer semestre de 2010 puede ser un buen momento para adquirir una vivienda gracias a una conjunción de factores: los tipos de interés en mínimos (1%), el mantenimiento de la deducción fiscal a la compra, que se eliminará con efectos a partir de 2011; el diferencial de IVA -que subirá en la segunda mitad del año- o las ofertas que las entidades financieras pondrán en marcha para desprenderse de los activos inmobiliarios acumulados por la crisis.