Madrid / Oviedo, Agencias

El ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, estimó ayer que la economía sumergida en España mueve una actividad equivalente a entre el 16% y el 20% del producto interior bruto (PIB) y reconoció que las actividades irregulares han aumentado con la crisis. Al presentar los resultados de 2009 de la lucha contra el fraude en materia laboral, Corbacho reveló que la Inspección de Trabajo incrementó un 30% las actuaciones contra la economía irregular en 2009.

Según el Ministro, la crisis y la amenaza del paro han acentuado «sin duda» el incremento de la economía irregular, ya que al trabajador «por su necesidad no le importan tanto las condiciones en las que le ofrecen el trabajo», aunque ha advertido de que «la Administración estará muy presente delante de cualquier irregularidad». No obstante, añadió que el objetivo del Gobierno «no es perseguir al inmigrante ilegal, sino al que se aprovecha de esta situación».

En concreto, las actuaciones de Trabajo en la lucha contra la economía sumergida suponen un 40% de toda la actuación de inspección, que se completa con operaciones en el ámbito de prevención de riesgos (20%) o en expedientes de regulación de empleo (15%), en los que las denuncias han aumentado «bastante», ha admitido.

Poco dado a hablar sobre datos concretos para la economía sumergida, aunque la UE obligará a calcularlos en 2011, la cifra que baraja el Gobierno está por debajo de la ofrecida por otros organismos autónomos o estudios, que la sitúan por encima del 20%, lo que equivale a más de 200.000 millones de euros. En Europa, la media del trabajo no declarado estaría en torno al 15%. De hecho, el descenso en España a niveles de la media europea permitiría crear -en realidad, sacar a la luz- 2,5 millones de empleos, según un informe de la patronal de la pequeña y mediana empresa catalana.

La economía sumergida tiene básicamente dos patas. Por un lado, el fraude fiscal. Por otro, el trabajo irregular, fuera del control de la Seguridad Social. Técnicos e inspectores de Hacienda han alertado durante esta crisis sobre un aumento de la defraudación fiscal que dicen identificar, por ejemplo, en la intensidad de la caída de la recaudación del IVA, que fue del 30% en 2009.

Los estudios internacionales considerados más rigurosos sobre economía sumergida son los que periódicamente elabora el profesor austriaco Friedrich Schneider. Según sus cálculos, antes ya de la crisis la economía irregular suponía en España en torno al 20% del PIB, proporción sólo superada en Europa por Italia y Grecia.