Madrid, Agencias

La crisis obligó a Francisco González, presidente del BBVA, a recortarse un 0,5 por ciento el sueldo durante el año pasado, el más duro de la crisis económica. Aun así el banquero gallego se embolsó más de 5,32 millones de euros. Las turbulencias bursátiles y la bajada de la actividad llevaron ayer al consejo de administración de la entidad, la segunda del país tras el Santander, a congelar también las aportaciones al plan de pensiones de González, que hace sólo unos meses que superó los 65 años de edad. No habrá más ingresos en un fondo de jubilación que quedará fijado en algo más de 79,7 millones de euros (una cuantía que engloba las cantidades provisionadas durante su trayectoria de catorce años al frente del banco). El banquero gallego no podrá acceder a este dinero hasta que deje la entidad.

Sólo durante el año pasado, Francisco González aportó más de 7 millones de euros a su plan de retiro (dos millones más que lo que ganó). Fuentes de la entidad señalaron que «como González ha cumplido ya los 65 años, no es lógico seguir realizando aportaciones a su plan de pensiones». La decisión de poner freno al plan de jubilación del banquero gallego se produce después de la polémica generada el pasado mes de septiembre, cuando el ex consejero delegado de la entidad José Ignacio Goirigolzarri dejó su cargo y se embolsó unos 50 millones de euros de pensión.

La entidad bancaria ha dicho basta y también ha puesto freno a las indemnizaciones por cese para los consejeros ejecutivos. De esta forma, González renuncia a cobrar 94 millones de euros si el banco decide prescindir de sus servicios antes de que le corresponda. El banco indica que «todas estas medidas son acordes a lo que parecen ser las nuevas exigencias internacionales en materia de retribuciones en el sector financiero». Además, indica, «se ha hecho respetando los compromisos contractuales existentes, que son ineludibles y transparentes». La entidad señala que «se reducen los costes en ejecutivos top para el banco». El grueso de las cantidades ya estaban provisionadas en ejercicios anteriores, con lo que el impacto en este ejercicio es escaso.

El banco asegura también que congelará por tercer año consecutivo los salarios fijos de sus consejeros ejecutivos y reducirá las retribuciones variables. El presidente del BBVA cobró en 2009 algo más de 1,9 millones de euros en sueldo fijo (lo mismo que el año anterior) y 3,4 millones de bono variable. Por su parte el consejero delegado, Ángel Cano Fernández (hijo de una moscona y licenciado en Economía por la Universidad de Oviedo), recibió en el conjunto del año pasado 0,8 millones de sueldo fijo y 1,4 millones de variable, cifras inferiores a las que venía percibiendo el anterior consejero delegado, José Ignacio Goirigolzarri.

El Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) publicó ayer la convocatoria de su junta general de accionistas del año 2010. La entidad reunirá a sus socios el próximo 12 de marzo en el Palacio Euskalduna de Bilbao. En el orden del día de la junta general de accionistas se contempla la reelección de Francisco González como presidente, la ratificación y reelección de Ángel Cano como consejero delegado y la reelección de los consejeros Ramón Bustamante e Ignacio Ferrero Jordi.

El banco cerró el ejercicio 2009 con unos beneficios de 4.210 millones de euros, lo que supone un 16 por ciento menos que en el año anterior. La entidad justificó este retroceso por el aumento de la morosidad y la dotación de provisiones para hacer frente al deterioro de sus activos.