Gijón, C. J. / R. V.

La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Gijón -formada por PSOE e IU- decidió ayer otorgar el nombre de José Luis Álvarez Margaride a un espacio público o una calle de la ciudad, aún sin determinar. Una decisión que responde a la fructífera trayectoria empresarial del «natahoyino» que mostró «un inigualable compromiso con Asturias, atrayendo importantes inversiones para las cuencas mineras y para la propia ciudad de Gijón».

No fue el único gesto de reconocimiento público que ayer se propuso desde Gijón. La Escuela Universitaria Jovellanos se sumó al ensalzamiento de quien definen como «importante empresario, innovador y mejor persona», que inició su formación académica en dicho centro universitario, donde obtuvo la titulación de profesor mercantil antes de cursar estudios de Ciencias Económicas en Bilbao. Fruto de su dedicación a la Escuela, el departamento de Filología Anglogermánica y Francesa de la Universidad, al que está adscrito el director de dicho centro, Rafael Pérez Lorenzo, trasladó en enero al rector la propuesta de nombrar a Margaride doctor honoris causa por la Universidad de Oviedo. Propuesta de la que era conocedor Margaride y con la que se ilusionó vivamente. El trámite queda ahora en el aire, aunque sus impulsores gijoneses animan a que se mantenga el nombramiento a título póstumo. Pérez Lorenzo abundó ayer en la ligazón que Margaride mantuvo siempre con su Escuela, donde, entre otras cosas, financiaba un premio para emprendedores y apoyaba los cursos de posgrado. «Nos demostró continuamente su cariño», subrayó el director del centro al tiempo que destacó la «gran calidad humana» y su «apoyo constante al Principado».