Madrid, E. P.

La inmobiliaria Colonial se desplomó ayer un 8,28% en Bolsa, y protagonizó el mayor ajuste de la sesión, tras firmar un acuerdo de refinanciación de 4.960 millones de euros de deuda por el que los bancos acreedores tomarán el control de la inmobiliaria.

El proceso de refinanciación implica realizar dos ampliaciones de capital por un monto total de 3.300 millones, una por 1.950 millones para canjear deuda por acciones y una segunda (1.350 millones) para convertir en títulos los bonos emitidos por la empresa.

Además, Colonial segregará en una filial su negocio de patrimonio y suelo y toda la deuda vinculada a esta actividad (1,66 millones de metros cuadrados de terrenos y 1.015 millones de euros de pasivo).

Con todo, una vez que a finales del próximo mes de julio acabe de ejecutar estas operaciones, Colonial se convertirá en una empresa exclusivamente patrimonialista (dedicada a alquilar oficinas de Madrid, Barcelona y París), controlada por la banca (su peso en el accionariado oscilaría desde un 50% hasta un máximo del 90%) y con un endeudamiento financiero directo reducido a algo más de 2.000 millones.

La compañía asegura que este proceso le aportará la «estabilidad financiera y el refuerzo de capital» necesarios para abordar una nueva etapa de desarrollo empresarial, en la que incluso no descarta volver a invertir. Tras difundir esta información y permanecer suspendida de cotización durante algo más de dos horas, la compañía cerró la jornada a 0,155 euros por acción, tras oscilar entre un mínimo y un máximo de 0,153 y 0,17 euros por título.