Las turbulencias siguen presentes en las bolsas europeas, pese a que Grecia solicitó activar el plan de rescate . La «periferia» del euro sigue, por tanto, en el punto de mira de los inversores. Una situación causada por la lentitud en la toma de decisiones sobre el asunto griego y la falta de un mensaje común de los miembros del Eurogrupo. Por añadidura, se han producido rebajas de calificación crediticia a Grecia, Portugal y España.

Las soluciones a la problemática griega son complicadas. Todo indica que Grecia necesita más dinero para tener el margen necesario con el que aplicar ajustes fiscales sin que los costes sociales los hagan inviables. Se está especulando sobre la cantidad necesaria para un rescate eficaz, que podría estar entre 100.000 y 135.000 millones de euros. Lo que no está claro es si estas ayudas se supeditarán a una reestructuración de la deuda. Por ahora, el FMI reclama medidas como subidas de impuestos, o la reforma del sistema de pensiones para concretar ayudas. Este plan no saldrá sin el visto bueno de los miembros del Eurogrupo, y lo más probable es que Alemania acabe aprobándolo, a pesar de sus reticencias iniciales. De no hacerlo, el riesgo de contagio aumentaria y habrá consecuencias negativas para el sistema financiero.

En este escenario, S&P rebajó la calificación de la deuda griega más de tres escalones, hasta niveles de BB+ ( «bono basura»), por su temor a que no sea capaz de aplicar dichas medidas de saneamiento de su déficit. Y también bajó la de Portugal y de España. En el caso de Portugal, dos escalones, hasta A-, por las adversas perspectivas del crecimiento en los próximos tres años, y en España, un escalón, de AA+ hasta AA. A la agencia le preocupa el elevado endeudamiento del sector privado y la poca flexibilidad del mercado laboral.

Las bolsas, mientras tanto, además del riesgo periférico, están pendientes de cómo transcurre la temporada de resultados empresariales, que está resultando positiva por el momento -el porcentaje de sorpresas positivas en el S&P alcanza el 80%-. A corto plazo, deberían encontrar apoyo en los resultados, a la espera de que se formalice el rescate griego. Pero esto no se conocerá seguramente hasta después de las elecciones alemanas del 9 de mayo.