Oviedo / Granada / Santiago

El proceso de fusión de cajas se acelera. Las andaluzas Unicaja (malagueña) y Caja Jaén firmaron ayer su fusión. Y es la primera que se consuma. Esta unión queda ahora pendiente de la previsible integración a corto plazo de la cordobesa Cajasur. A su vez, en Galicia ya se alcanzó un principio de acuerdo entre las dos cajas gallegas: la viguesa Caixanova y la coruñesa Caixa Galicia. Otra entidad relevante, la valenciana Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) analizó ayer la situación del sector en una reunión del consejo. Su presidente, Modesto Crespo, no desveló si la entidad participará o no en un proceso de concentración (se habló de su fusión con Caja Madrid, pero también con Caja Murcia e incluso con Bancaja), pero sí sostuvo que CAM «está preparada para competir y para aprovechar las oportunidades que surjan en un sector en reordenación». Indicó además que CAM está en una situación óptima para mantenerse entre los líderes del sector y ser competitiva a futuro, tanto si participa en algún proceso de integración como si no». Y mañana, el parlamento de Castilla La Mancha debatirá una proposición de ley socialista para reformar la ley autonómica manchega de cajas.

Caja de Jaén y Unicaja suscribieron ayer en la capital jiennense su escritura de fusión, lo que permite la constitución de la primera entidad financiera de Andalucía y una de las mayores cajas de ahorros de España, que se situará en cuarto lugar por beneficios, con 266,6 millones de euros, y un patrimonio neto cercano a los 3.000 millones.

La caja resultado de la fusión de Unicaja con Caja de Jaén tiene como denominación Monte de Piedad y Caja de Ahorros de Ronda, Cádiz, Almería, Málaga, Antequera y Jaén, con sede social en Málaga. El nombre comercial de la nueva entidad será Unicaja, aunque durante un periodo transitorio convivirán las marcas de las dos entidades. A la nueva caja resultante de fusión la correspondería un volumen de negocio superior a los 55.000 millones de euros, 953 oficinas y 4.871 empleados, según datos de 2009.

A su vez, las dos cajas gallegas (Caixa Galicia y Caixanova) alcanzaron ayer un acuerdo para iniciar su fusión, en un proceso para el que se establece un periodo de tres años de transición, durante los cuales dos copresidentes -uno nombrado por cada entidad- rotarán en el ejercicio de las funciones de presidente. Además se ha pactado que la nueva caja tendrá sedes en A Coruña (social y fiscal) y Vigo (institucional y de dirección de negocio), actuales feudos de Caixa Galicia y Caixanova, respectivamente. La fusión, cuya negociación arrancó el 12 de abril, se hará respetando un criterio de equilibrio y reparto paritario, dado que la futura entidad integrará en su asamblea general, en su consejo de administración y en las comisiones el mismo número de representantes procedentes de Caixa Galicia y de Caixanova.

Las cajas deben decidir aún el representante de cuál de ellas desempeñará las funciones de presidente -con voto de calidad- en el primer año y medio de los tres años que durará el periodo de transición.

Se constituirá además un equipo de dirección, con un director general y un director general adjunto que procederán, «respectivamente» de Caixanova y de Caixa Galicia.

Además del nuevo consejo de administración, con diez vocales por cada parte. Se crearán otros dos consejos territoriales, uno en A Coruña y otro en Vigo, en los que se integrarán los miembros de los consejos actuales que no formen parte de este órgano de dirección en la caja única.

En el caso de CAM, su director general, Roberto López, expuso al consejo «los criterios que están empleando para el estudio y análisis de las oportunidades de integración que puedan surgir», que condicionó a que «cualquier operación» que se haga» deberá «garantizar un avance cualitativo y cuantitativo para la capacidad competitiva de Caja Mediterráneo». Y añadió que «en un eventual proceso de unión con otra entidad, el mantenimiento de la obra social será clave para CAM».