Madrid/ Oviedo

Agencias

Los mercados bursátiles reaccionaron el pasado lunes con euforia desmedida como premio al ajuste adicional de 15.000 millones de euros en España y a las medidas de apoyo al euro, además de las compras de deuda que realizó el Banco Central Europeo (BCE). Y ayer, martes, llegaron las rebajas, la cosecha de lo ganado. El temor a que todo sea un espejismo llevó a los inversores a recoger beneficios y eso se traduce en el parqué madrileño en una caída del 3,32%, la cuarta mayor del año, que dejó al Ibex 35 en el nivel de los 10.008,6 puntos. Excepto Francfort, los principales indicadores europeos también registraron retrocesos.

El Ibex 35 lideró las subidas el pasado lunes, con un repunte del 14,43%, la mayor subida en los 18 años de historia del índice. Por contra, ayer llegó a perder a lo largo de la jornada casi un 6%, aunque finalmente moderó su descenso y pudo salvar el nivel psicológico de los 10.000 puntos. Las pérdidas anuales aumentan hasta un 16,18 por ciento.

Según los expertos, la reacción de recogida de beneficios de ayer es «normal». Lo «anormal», afirmaron, era la euforia desmedida del lunes, por muy importantes que sean las medidas adoptadas en Bruselas. En todo caso, los analistas aseguran que la incertidumbre sigue instalada en los mercados.

Los mayores descensos en el selectivo español correspondieron a la banca y al sector de la construcción. En el lado de las subidas sólo se situaron tres valores: Inditex (+3,04%), Ferrovial (+0,41%) y Enagás (+0,03%).

Los principales indicadores europeos también cerraron con descensos, a excepción de Francfort, que se anotó un repunte del 0,33%. Por su parte, Grecia perdió un 2,47%, seguida de Lisboa (-2,20%) y París (-0,73%). Wall Street, por su parte, se anotaba un leve avance del 0,5% al cierre de los mercados.

El escepticismo fue evidente en el mercado de divisas, donde el euro no solo no tuvo el repunte esperado sino que cerró en 1,2691 dólares, frente a los 1,2857 dólares de la víspera. La euforia del lunes, a la que la divisa europea reaccionó en un momento de la negociación marcando los 1,30 dólares, fue efímera, sin la solidez necesaria para contrarrestar las dudas sobre los recortes fiscales y los efectos de las acciones a emprender por el BCE.