Oviedo, J. C.

La compañía minera canadiense Dagilev, que acaba de convertirse en propietaria del controvertido yacimiento aurífero de Salave (Tapia de Casariego), prevé que esta reserva de oro (la más importante de Europa) podría generar una facturación (a la cotización actual del metal) cerca de 2.400 millones de euros durante los 14 años de explotación, generar 250 empleos directos (y otros tantos indirectos), obtener hasta 80 toneladas de oro y satisfacer entre 600 y 700 millones de euros en pago de impuestos en Asturias, con una inversión estimada de unos 70 a 100 millones de euros.

Así lo aseguraron ayer en Oviedo los máximos dirigentes de la compañía: el inversor Kary Pinkowski; el consejero John D. Reynolds, ex ministro de Medio Ambiente canadiense; el presidente de Astur Gold, Emilio Hormaeche; y el director financiero, Nick DeMare.

La explotación está vetada por el rechazo del Principado y el Ayuntamiento tapiego a su puesta en marcha en virtud de la aplicación del plan POLA de protección del litoral. El Principado ha logrado varias sentencias favorables a su posición. Pero Dagilev (que la próxima semana pasará a denominarse Astur Gold) desea negociar con las autoridades y los vecinos el levantamiento del veto y tiene pendiente un recurso judicial en el que reclama 320 millones de euros por daños y perjuicios. La compañía asegura que sería respetuosa con el medio ambiente y se compromete a rehabilitar la zona con la creación de un puerto deportivo.