Oviedo,

Marián MARTÍNEZ

Miles de trabajadores asturianos que cumplirán los 60 años en los próximos meses y que ya cuentan los días para su prejubilación tendrán que esperar un año más, hasta cumplir los 61. La noticia tiene una segunda vertiente: otro tanto tendrán que esperar los jóvenes que los iban a sustituir mediante el contrato relevo. Es decir, por esa vía apenas se moverá el mercado laboral. Además, la salida de trabajadores mediante la jubilación parcial costará un 10 por ciento más a sus empresas, la misma proporción en la que se reducirá el coste para la Seguridad Social.

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció el pasado miércoles, entre las medidas de ajuste para acelerar la reducción del déficit, la «eliminación del régimen transitorio para la jubilación parcial previsto en la ley 40/2007». Dicho así, resultaba difícil saber a qué se refería, pero la medida afecta de lleno a un sistema de prejubilaciones que en Asturias afecta a las multinacionales asentadas en la región, especialmente en Arcelor-Mittal, donde por este sistema está pactada la salida de unos 1.200 trabajadores hasta 2012 y la incorporación a la plantilla de la empresa de al menos otros 600 empleados. Pero también afecta a casi 700 personas en la construcción y a centenares en el metal asturiano.

El sistema de jubilación parcial mediante contrato relevo se implantó, de manera novedosa, en la antigua Arcelor para rejuvenecer su plantilla. El éxito de la medida, allá donde se implantaba, la convirtió en una herramienta de la que se llegó a abusar y con incumplimientos en su aplicación. El más común era que al trabajador que entraba en sustitución del que se prejubilaba no se le respetaba la misma categoría, y por tanto ganaba menos y, en última instancia, se cotizaba menos a la Seguridad Social, que veía disminuir sus ingresos.

La situación obligó a que Gobierno y sindicatos negociaran en 2006 una modificación de la normativa, entre ellas elevar la jubilación por contrato relevo a 61 años, en vez de los 60 en los que estaba establecida. Pero para evitar problemas con los acuerdos suscritos con las empresas, se pactó también un período de transición según el cual, hasta el 31 de diciembre de 2013, se iban aumentando año a año los meses de más que el trabajador debía seguir en su puesto de trabajo. Ahora son 60 años y 4 meses.

También desaparecerá la fórmula de que si al que entraba se le hacía contrato indefinido, el que se iba podía marcharse nada más cumplir los 60 años.

La medida anunciada por Zapatero supone que nadie se podrá prejubilar mediante contrato relevo hasta que tenga los 61 años cumplidos. Sindicatos y empresas esperan a ver el decreto que previsiblemente aprobará el Consejo de Ministros la semana que viene y en el que se establecerá en qué momento entrará en vigor.

Otra consecuencia es que ahora la Seguridad Social paga el 85 por ciento de los ingresos mensuales del que se prejubila y las empresas el 15 por ciento restante. La eliminación del período de transición supone que la Seguridad Social pagará el 75 por ciento, y el 25 por ciento restante la empresa.