Esa primera respuesta portuguesa incluye también la próxima privatización de participaciones del Estado en compañías estratégicas. Al contrario que España, que utilizó las privatizaciones en los años noventa para sanear sus cuentas camino de la incorporación al nuevo sistema monetario europeo, Portugal conserva posiciones significativas en compañías energéticas, de telecomunicaciones y otras. Tal anuncio de privatizaciones incluye la venta, antes de 2013, de al menos parte del 25% que Portugal controla en la eléctrica EDP, dueña de la asturiana Hidrocantábrico.

Tras el rescate griego y la respuesta común de los países del euro, Portugal ha anunciado más medidas: subida del IVA (del 20% al 21%), incremento de impuestos a las rentas altas y sobre parte de las empresas, congelación del salario de los funcionarios y frenazo a grandes obras públicas como el tercer puente de Lisboa sobre el río Tajo. Y el país, al contrario que España, ha logrado presentar ese ajuste acompañado de un acuerdo entre el Gobierno del socialista José Sócrates y el principal partido de la oposición, el PSD de Pedro Passos Coelho.

l Grecia, rescatada. El Gobierno del socialista Yorgos Papandreu ha emprendido un recorte drástico e inexcusable para acceder al mecanismo de rescate articulado por los países del euro. El déficit público llegó al 13,6% en 2009, tras ser revisada al alza la anterior estimación (12,1%). Para reconducir ese desfase, la mayoría absoluta que lidera Papandreu en el Parlamento de Atenas ha aprobado congelar los sueldos de los funcionarios durante tres años, reducir las pagas extras y suprimirlas para los empleados públicos que más cobran (medida que también alcanza a parte de los pensionistas), recortar órganos administrativos locales, subir del IVA y otros impuestos, reducir las jubilaciones futuras...

Es el más contundente de los ajustes hasta ahora emprendidos. Hay más estados en la cola. Italia prepara medidas, que afectarán a pensionistas y funcionarios, para ahorrar 25.000 millones de euros en dos años, 10.000 millones más que España. Y Alemania y Francia, guardeses de la eurozona, también están de rebajas para equilibrar sus cuentas y enviar mensajes positivos a los mercados financieros. La Francia de Sarkozy congelará su gasto público, pero no prevé tocar las pensiones. Y la canciller germana, Ángela Merkel, ha dejado de lado su promesa electoral de bajar los impuestos.