Oviedo, J. L. S.

Los albañiles volverán a las aulas a partir de junio. Desde esa fecha, los trabajadores de la construcción deberán realizar un curso de formación en prevención de riesgos laborales, de unas 20 horas (14 teóricas y 6 prácticas) de duración, para obtener la Tarjeta Profesional de la Construcción (TPC), que será obligatoria para trabajar en el sector a partir del 1 de enero de 2012. La formación será gratuita para todas las empresas y trabajadores adscritos al convenio colectivo de la construcción. Según las estimaciones, más de 20.000 trabajadores habrán de pasar por estos cursos. Otros 7.500 podrán homologar ciclos formativos que ya hayan realizado en materia de prevención, y eludir así pasar por el aula. Será en junio cuando se comiencen a repartir las primeras tarjetas.

Serafín Abilio Martínez, presidente de la Confederación Asturiana de la Construcción (CAC) y de la Fundación Laboral (FLC), destacó ayer que los cursos servirán también para «tratar de dar un palo fuerte al número de accidentes del sector y seguir avanzando en nuestra lucha contra la siniestralidad laboral». Mediante la tarjeta, los empleados podrán también acreditar su categoría y experiencia en el sector. El documento sustituye a la Tarjeta de Identificación Profesional (TIP) que la Fundación Laboral de la Construcción viene expidiendo desde 2006.

La formación teórica la impartirán las 30 entidades homologadas (centros formativos y servicios de prevención) que el pasado mes de septiembre firmaron un acuerdo de colaboración con la fundación asturiana de la construcción, mientras que las clases prácticas se impartirán en los dos simuladores de riesgos que la organización tiene en sus instalaciones de Ribera de Arriba y Gijón.

Iván García, secretario de Organización de MCA-UGT, destacó también que la tarjeta repercutirá en mejorar las cifras de siniestralidad del sector. Jeremías Dos Santos, secretario general de la federación de construcción de CC OO, señaló que «será un elemento importante para el sector ya que todos los que participen en una obra deberán de tener la tarjeta para poder trabajar en ella». «Evitará», señaló también Dos Santos, «que los trabajadores tengan que pasar por más de un periodo de pruebas en el sector en su vida laboral».

En el acto participó también el vicepresidente de la Fundación Laboral de la Construcción, Manuel Amaro Martínez, que señaló: «esperamos que la tarjeta sea un medio para que los empleados sigan su formación y que nos sirva para recalcar la importancia de la prevención de los accidentes».