Londres, Agencias

Se acabaron los viajes a lo grande por cuenta del Estado y los coches con chófer para ir a trabajar y regresar a casa. El nuevo Gobierno británico quiere ahorrar gastos en todo. Así que gran parte del Gobierno perderá sus vehículos oficiales y tendrán que viajar en transporte público o en la flota del Gobierno. En esta línea, se prohibirá también a los funcionarios que viajen en primera clase.

El recorte en pagos a consultores y viajes permitirá un ahorro de 1.150 millones de libras (1.337 millones de euros).

El Gobierno británico ha decidido también que se congelará la oferta de empleo público, excepto en áreas clave, y el Tesoro deberá aprobar todo los salarios que superen el del Primer Ministro, que ya ha sido recortado.

Los gobiernos autónomos de Escocia, Irlanda del Norte y Gales también se verán afectados por los recortes, en un montante global de 820 millones de euros, aunque se les da la opción de que si lo desean podrán retrasar el ajuste al año que viene.

El secretario de Estado del Tesoro británico, el liberaldemócrata David Laws, justificó los recortes en que el país no se puede permitir aumentar su deuda pública en 3.000 millones cada semana porque «pone en riesgo la recuperación económica».