Oviedo, Javier CUARTAS

El banco que van a constituir Cajastur, CAM, Caja Extremadura y Caja Cantabria tendrá presencia directa, por sí mismo, en el mercado financiero y competirá con el resto de bancos y cajas del país con su propia marca (pendiente aún de decidir) en once de las diecisiete comunidades autónomas.

Para ello las cuatro cajas cederán a la nueva entidad financiera las redes de oficinas que CAM, Cajastur, Caja Cantabria y Caja Extremadura tienen fuera de sus mercados naturales de origen. Las marcas de las cuatro cajas se replegarán así a sus territorios originales con el fin de evitar duplicidades y eludir la competencia entre ellas, apostando por una sólo marca de ámbito nacional en las comunidades ajenas a los ámbitos propios de cada socio. Con ello, y sumando las oficinas de las cuatro cajas fuera de sus feudos de origen, se persigue lograr una fuerte notoriedad de la marca común.

Esta decisión estratégica supondrá que el futuro banco, amén de actuar como sociedad rectora y núcleo central de la alianza o «fusión virtual» de Cajastur, CAM, Extremadura y Cantabria, y además de representar a este conglomerado de cajas ante los mercados financieros mayoristas nacionales e internacionales, operará, al tiempo, como una entidad financiera más en el segmento de banca minorista, en competencia con grupos bancarios, cajas de ahorros y otras instituciones financieras del país.

El futuro banco, cabecera de un sistema integral de protección (SIP) o «fusión fría», nacerá con medio millar de oficinas de las 2.300 que aglutina este conglomerado.

De acuerdo con el plan estratégico, de las 343 oficinas con que cuenta Cajastur en doce comunidades autónomas, sólo 210 (todas las de Asturias) seguirán operando con la marca asturiana. CAM, implantada en todas las regiones con 999 sucursales (además de cuatro oficinas en el extranjero), mantendrá su rótulo sólo en las 651 agencias que posee en Comunidad Valenciana, Murcia y Baleares. Caja Cantabria conservará bajo su enseña sus 148 oficinas cántabras y cederá 24 repartidas por seis regiones. Y de los 252 locales de Caja Extremadura, conservarán esta denominación los 230 que tiene en Cáceres y Badajoz y traspasará al banco las 21 restantes, situadas en cinco comunidades.

Cajastur mantendrá a su vez las oficinas con la marca CCM en poder de su banco filial Liberta, que operará fundamentalmente en Castilla La Mancha.

La presencia más relevante de la futura entidad bancaria se concentrará en Madrid, Cataluña, Andalucía y Galicia, donde la suma de oficinas cedidas por las cuatro cajas le otorgará una presencia relevante.

Amén de su operativa bancaria, la nueva entidad se encargará de las políticas y estrategias de negocio del grupo, así como de los niveles y medidas de control interno y de gestión de riesgos del conjunto: tanto del propio banco como de las cajas partícipes. La nueva entidad asumirá así las competencias en materia de gestión financiera, gestión de activos, pasivos, tesorería, participadas, riesgos, operaciones y sistemas y productos del conjunto del grupo.

Cada una de las cuatro cajas de ahorros mantendrá su personalidad jurídica, su marca y logotipo, su implantación regional de negocio minorista, sus órganos de gobierno y sus respectivas obras sociales y culturales independientes.