Madrid / Oviedo, J. L. S.

El miedo a que la recuperación económica europea se frene y que la Unión Europea aplique una hipotética tasa a la banca, que obligaría a aportar dinero para un fondo que cubra problemas de algunas entidades, llevaron a la Bolsa y al euro a marcar ayer nuevos mínimos anuales. El Ibex 35, el principal indicativo español, cerró la sesión con un retroceso del 3,05% y todos sus valores en números rojos. La Bolsa española logró salvar a última hora la cota de los 9.000 puntos (9.004) aunque cotizó por debajo de este nivel la mayor parte de la jornada. Pese a todo, el índice marcó su nivel más bajo desde mayo de 2009. El euro tampoco levanta cabeza. La moneda única europea sigue perdiendo posiciones frente al dólar y, al cierre de la sesión, se cambiaba a 1,22 dólares. A mitad de la sesión había marcado un mínimo anual de 1,21 frente al billete verde, marcando así su nivel más bajo del año.

Las advertencias del Fondo Monetario Internacional sobre el mercado laboral español y su sistema financiero volvieron a disparar el coste de la deuda española. El diferencial del bono español a diez años respecto al alemán ascendió a más de 140 puntos básicos con una rentabilidad del 4,15%.

Las dudas de los inversores sobre la economía provocaron que el Estado haya tenido que colocar letras a seis meses casi al doble del precio de hace un mes, aunque ha logrado superar sus objetivos estimados con un total de 3.067 millones. Según datos del mercado, el Tesoro Público ha elevado la rentabilidad de sus títulos al 1,32%, su nivel más alto desde enero de 2009, frente al 0,76 de la última operación de similares características celebrada en abril.

El Ibex abrió la jornada con fuertes caídas y no fue capaz de remontar su tendencia en toda la sesión, llegando a alcanzar descensos que rozaron el 5%. El sector financiero marcó los mayores retrocesos entre los valores del selectivo español. Banco Popular se dejó un 5,34% de su valor en la sesión y lideró las pérdidas seguido de Telecinco (-5,08%), Sacyr Vallehermoso (-4,67%) y BBVA (-4,48%).

Todas las bolsas europeas sufrieron retrocesos. Atenas y Milán, junto a Madrid, fueron las plazas europeas que más cayeron. El mercado de valores griego se dejó un 3,46% y el italiano un 3,4%, seguidos de París (-2,9), Londres (-2,54%) y Francfort (-2,34%). La banca europea también fue la más castigada por los inversores, con descensos que lideraron los bancos británicos. Lloyds perdió un 8,2%, seguido de Royal Bank of Scotland (-7,7%) y Barclays (-6.7%).

Los analistas subrayan que los retrocesos se debieron a un cúmulo de factores que pesaron mucho sobre la debilitada confianza de los inversores, que no terminan de creer en la recuperación. Los expertos de Self Bank explicaron que la posibilidad de que el Banco Central Europeo retire hasta 26.500 millones de liquidez del mercado durante esta semana para evitar un repunte de la inflación podría haber reabierto las tensiones. Los expertos de IG Markets también apuntaron que la aparición de dos nuevos rumores, como que el BCE suba en medio punto los tipos de interés y que EE UU pueda necesitar un nuevo plan de ajuste, también influyeron.