Oviedo

Caja Extremadura es la entidad más pequeña entre los cuatro nuevos socios. Al igual que Cajastur y Caja Cantabria, la entidad participó previamente en el intento de otra SIP junto a Caja Murcia, a la catalana Caixa Penedés y a la balear Sa Nostra. A pesar de su modestas dimensiones (unos 7.500 millones en activos), tendrá una participación (11%) mayor que la entidad cántabra en la sociedad bancaria que servirá de vehículo para la «fusión virtual». Caja Extremadura tiene menos activos que Caja Cantabria, aunque su número de oficinas es mayor y lo es también su nota de solvencia. A finales del pasado año, la tasa de morosidad de la caja extremeña era del 3,19%, de las más bajas del sector.

Presidida por Víctor Bravo y con sede en Cáceres, Caja Extremadura exploró sin éxito una fusión convencional con Caja Badajoz. Fue un proyecto auspiciado por el Gobierno regional del socialista Guillermo Fernández Vara y que no cuajó.