Sevilla / Granada

Caja Murcia, Caja Granada, Sa Nostra y Caixa Penedés, las cuatro cajas descolgadas de las conversaciones de Caja Cantabria, Cajastur y Caja Extremadura -que junto a Caja Mediterráneo (CAM) acordaron integrarse mediante una «fusión fría»- están manteniendo conversaciones para intentar llegar a un acuerdo en torno a la constitución de un nuevo Sistema Integrado de Protección (SIP).

Fuentes del sector indicaron a Europa Press que estas cuatro cajas «tienen un tamaño muy dimensionado, son muy parecidas entre sí y tienen arraigo regional». La unión de estas cuatro entidades podría convertirlas en la cuarta o quinta entidad por volumen de negocio, con más de 100.000 millones de euros, o la sexta o séptima entidad por volumen de activos, con unos 80.000 millones. Además concentrarían su actividad en la zona de Levante y Madrid, según las fuentes consultadas.

Desde Caja Granada no quisieron confirmar esta posibilidad y se limitaron a apuntar a Europa Press que la caja granadina mantiene conversaciones con otras entidades con el fin de «lograr la mejor alianza estratégica posible».

Asimismo, apuntaron las «limitaciones» y condiciones que la caja granadina mantiene a la hora de afrontar conversaciones con otras cajas, como es «el mantenimiento de la marca, la absoluta lealtad con el territorio y el respeto a la plantilla». Caja Granada destacó el «rigor y la seriedad» de su actuación en estas conversaciones.

El grupo liderado por Caja Murcia intenta relanzar esta operación después de que no llegaran a buen puerto las conversaciones con Cajastur. En un principio, la entidad murciana que preside Carlos Egea y la asturiana que lidera Manuel Menéndez se presentaban como candidatas a compartir el liderazgo de una «fusión virtual». Pero no hubo entendimiento, como tampoco lo tuvo Caja Murcia con Caja Mediterráneo. Ambas entidades exploraron también la posibilidad de una fusión que era vista como natural y deseable en ámbitos políticos de la Comunidad Valenciana. Los contactos no fructificaron, según distintas informaciones, porque Caja Murcia quiso reservarse el control de la entidad resultante, a pesar de que la CAM tiene un tamaño mucho mayor.