Madrid

Las cuentas españolas comienzan a dar síntomas de mejoría gracias a la recuperación de los ingresos por la vía de los impuestos. El Estado registró hasta abril un déficit de 5.661 millones de euros, el 0,54% del PIB, frente al saldo negativo de 6.908 millones del mismo período del año anterior, según informó ayer el secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña. Este balance, que supone un recorte del 18% frente al déficit que acumulaba a finales de abril del pasado año, es consecuencia de unos ingresos de 49.159 millones, el 10,1% más que en el mismo período de 2009, y unos gastos de 54.820 millones, el 6,3% más. El avance en lo que entra en la caja del Estado se explica por la mejora de la recaudación impositiva, que representa el 92,5% del total. Según los datos de Economía, creció un 4,4% por segunda vez en dos años, gracias, sobre todo, a la recaudación por IVA, que ascendió a 20.408 millones, el 13,6% más respecto al primer cuatrimestre de 2009.

Ocaña incidió en que ese aumento se debió a la caída de las devoluciones anuales por el impuesto y al aumento de los ingresos por los aplazamientos concedidos durante los meses precedentes. Y subrayó que la recaudación por IVA también refleja el incremento de los ingresos por importaciones y el mejor comportamiento de las ventas interiores, que crecieron en marzo por primera vez desde septiembre de 2008.

Además, la Seguridad Social tuvo un superávit de 7.213 millones de euros hasta abril, lo que supone un recorte del 29,09% frente al mismo período de 2009, según el Ministerio de Trabajo e Inmigración, con lo que mantiene el ritmo de descenso de los últimos meses.

Y en la oleada de ajustes que recorre Europa, el Gobierno de Italia anunció ayer recortes en el gasto farmacéutico, un alza en los precios de los peajes y rebajas salariales. El plan de austeridad italiano pretende reducir el déficit presupuestario en 26.000 millones de euros a lo largo de los próximos dos años. «Esto será duro, con fuertes sacrificios», afirmó Gianni Letta, subsecretario del Gabinete y mano derecha del primer ministro Silvio Berlusconi. «Ésta no es una serie ordinaria de recortes en el gasto. Estamos en esto todos juntos», añadió.

Las medidas contemplan reducir las contrataciones en el sector público; congelar los salarios del sector durante tres años y demorar la edad de jubilación. Otras iniciativas incluyen una supervisión muy estricta del gasto en medicamentos del sistema de salud público y un mayor control de la evasión impositiva, al prohibir las transacciones en efectivo superiores a los 5.000 euros.