Una de las cajas de ahorro más activas en los movimientos para la reordenación del sector ha sido Bilbao Bizkaia Kutxa (BBK). Pero sigue sola y sin compromiso. En el sector aseguran que juega fuerte, «sólo para mandar», pero con compromisos mínimos. De ahí, explican, que no encuentre novio que la lleve al altar.

La BBK compitió con Cajastur para quedarse con Caja Castilla-La Mancha (CCM) con un proyecto bastante parecido al de la entidad asturiana, que finalmente se quedó con la manchega.

Hubo después un intento de fusionar las tres cajas vascas, BBK, Kutxa y Vital, que las hubiera convertido en la novena caja de España. Pero también fracasó.

Otro intento más fue con Caja Mediterráneo, CAM, al que se aproximó también Cajastur, que mantiene desde siempre buenas relaciones con BBK. Pero la caja asturiana vio rápido las intenciones de la vasca y sus exigencias y dio un pasó atrás. Poco después lo haría la CAM, que se uniría a Cajastur y a sus socias Extremadura y Cantabria.

Y ahí sigue la BBK, sola. ¿Son fracasos? Hay quien asegura que no, que ella pone las condiciones y si se le aceptan bien y si no, tan amigos. Hoy por hoy también siguen solas, por distintos motivos, La Caixa, Caja Madrid, Bancaja, Ibercaja, Kutxa, Vital, Círculo, Badajoz, Ontinyent y Pollença.