Madrid

La patronal española (CEOE) y los sindicatos no lograron ayer, tras horas de reuniones, acercar posturas sobre la reforma del mercado de trabajo, aunque aseguran que tienen la voluntad de seguir negociando en los próximos días. Fuentes sindicales explicaron, tras el encuentro, que aún «se mantienen las distancias», aunque los representantes de UGT y CC OO ratificaron a la patronal su «voluntad» de seguir negociando para llegar lo antes posible a un acuerdo.

Por contra, otras fuentes admitieron que «todo hace pensar que la negociación llegará hasta el próximo lunes incluido», fecha límite puesta por el Gobierno y asumida por los agentes sociales para cerrar el acuerdo sobre la reforma del mercado de trabajo español. Según CCOO, «todos, la patronal y los sindicatos deben hacer un último esfuerzo para hacer posible el acuerdo».

En la reunión no estuvo presente ningún representante del Ministerio de Trabajo e Inmigración. No obstante, el ministro, Celestino Corbacho, insistió en que el objetivo del Ejecutivo desde el primer momento ha sido que la reforma laboral sea «consensuada», al tiempo que la secretaria general de Empleo del Ministerio de Trabajo, Maravillas Rojo, aseguró que el Gobierno «trabaja intensamente» para llegar a un acuerdo.

Una de las principales dificultades que enfrenta a patronal y sindicatos es la petición de los empresarios de rebajar las cotizaciones que pagan a la Seguridad Social y que el ministro de Trabajo ve «difícil» que se pueda abordar en el actual contexto de crisis. Díaz Ferrán reconoció esta semana que la patronal ya «no aspira» a un recorte de estas cuotas en 5 puntos porcentuales aunque cree que sí hay margen para «hacer algo».

Otro punto en el que patronal y sindicatos discrepan es la aplicación en España del modelo laboral «austríaco», por el que las empresas crean un fondo de indemnización por despido para los trabajadores que pueden llevarse a su nuevo puesto y que los sindicatos advierten de que no puede trasladarse de forma mimética.

Además, los sindicatos mostraron en reiteradas ocasiones sus discrepancias sobre la propuesta del Gobierno de ampliar el uso del contrato indefinido de fomento del empleo, que contempla una indemnización por despido improcedente de 33 días por año trabajado, frente a los 45 del contrato fijo ordinario. Para UGT y CCOO, la propuesta «no es acertada, ni va por el camino correcto» porque supone generalizar este tipo de contrato frente al ordinario y precarizar el mercado de trabajo.