Madrid

La abstención de CiU ante el decreto ley del Gobierno que recoge los recortes para reducir el déficit, que permitió ayer su convalidación y que impidió que fuese tramitado como un proyecto de ley susceptible de ser modificado, se confirmó ayer después de varios días de debate interno en que hubo incluso voces a favor de «castigar» a los socialistas, tanto por la gestión económica de Zapatero como por la actuación del PSC en Cataluña.

Ni siquiera había una posición única en cada uno de los dos partidos de la federación. Ha habido voces que abogaban por votar en contra para dar un aviso al PSC, a quien reprochan maniobras como la comisión de investigación contra CiU por el «caso Palau», y para dejar en evidencia la política económica del Gobierno socialista, que todos en CiU coinciden en criticar.

Frente a estos dirigentes, otros insistían en que lo que se jugaba no sólo era el futuro de Zapatero, sino la credibilidad de España ante los foros internacionales. Además, alertaban de la posibilidad de que un adelanto electoral en Madrid provocase una coincidencia junto con las catalanas, y en ese contexto tendría más que ganar el PSC.