Madrid / Oviedo, Agencias

«El problema no son los pensionistas ni los funcionarios. El problema es usted y su Gobierno. Se acabó su etapa como presidente», le espetó ayer a Zapatero el portavoz de CiU, Josep Antoni Duran i Lleida, quien en una intervención muy dura le pidió que cuando se aprueben los Presupuestos presente su dimisión y convoque elecciones.

Duran admitió que la decisión de su grupo de abstenerse no será entendida y explicó que de no permitir la aprobación del tijeretazo la situación sería peor. Además, quiso dejar claro que CiU no desea que España sea intervenida como Grecia porque el precio político será superior para funcionarios y pensionistas.

El político catalán afirmó que la etapa de Zapatero «ya no se aguanta más y está finiquitada», si bien le pidió que antes de llamar a las urnas solucione la reforma laboral. «No convoque elecciones ahora» porque «lo peor que puede pasar en el actual momento de crisis es quedarnos sin Gobierno».

Fue entonces cuando pidió al Presidente que tome esta decisión una vez que se hayan aprobado los Presupuestos Generales del Estado de 2011. «Asuma su responsabilidad, realice los deberes que le piden desde fuera, deshaga todo lo que ha hecho mal, que no es poco, y cuando se debatan los Presupuestos, váyase», le espetó.

Duran criticó el decreto porque actúa para rebajar el déficit sobre los gastos y no sobre los ingresos, y recomendó que el Estado venda activos, porque no tiene sentido que, por ejemplo, tenga una participación en una empresa azucarera. Asimismo, criticó la congelación de las pensiones y abogó para que dentro de este pacto se cree una paga extraordinaria para que los pensionistas no pierdan poder adquisitivo, informa «Efe».

El portavoz de CiU se dirigió en exclusiva a Zapatero «por ser una sesión excepcional» y hay que «asumir todas las responsabilidades necesarias», aunque otros grupos «escondan la cabeza bajo el ala» -en alusión al PP-. «Pero nosotros no pensamos en las próximas elecciones», incidió. Ante las palmas de la bancada socialista, Duran les dijo: «No me aplaudan porque no estoy de acuerdo con ustedes».

El presidente de CiU, Artur Mas, aseguró que la abstención de su partido ha dado «aire a una economía que se ahoga» y ha permitido que se continúen pagando nóminas y pensiones. Si el paquete de medidas no hubiera salido adelante, España «en pocos días acababa exactamente igual de intervenida» que Grecia, porque los mercados y Europa se hubieran quedado con los brazos cruzados.