Madrid, Agencias

El Gobierno está dispuesto a relajar el ultimátum que dio a patronal y sindicatos para cerrar un acuerdo sobre la reforma laboral. La vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, y el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, anunciaron ayer que se dará «unos días más» a los negociadores. El emplazamiento anterior expiraba a última hora del próximo lunes, día 31 de mayo, y el Ejecutivo había asegurado que, de no haber acuerdo llegado ese momento, reformaría el mercado de trabajo por decreto. Los negociadores tendrán una semana más, según dejó caer el Gobierno, que quiere dar luz verde a los cambios, sean pactados o no, en el Consejo de Ministros del próximo 11 de junio.

La decisión del Gobierno llega cuando las conversaciones han embarrancado en temas como el coste del despido y cuando las tensiones entre patronal y sindicatos están subiendo de tono. Muestra de ello fueron las descalificaciones que ayer se cruzaron algunos dirigentes. El presidente de la Comisión de Economía de la CEOE, José Luis Feito, aseguró que los líderes de UGT y CC OO, Cándido Méndez e Ignacio Fernández Toxo, han tenido una reacción «infantil, inmadura y absurda» al amenazar con convocar una huelga general en España. «Es absurdo. Es como el niño que le dice a su madre que para hacerse daño no come. Son reacciones infantiles que no están a la altura de los tiempos y las circunstancias», señaló Feito.

La reacción no se hizo esperar. Tras conocer esas declaraciones, Cándido Méndez calificó al dirigente de la patronal de «sicario», que, especificó, «significa asesino a sueldo». Y subrayó que «no obstante, en nuestro caso no conseguirá incorporar dificultades al proceso negociador».

En ese contexto, María Teresa Fernández de la Vega, expuso ayer que el Gobierno rebaja la exigencia de un acuerdo inmediato sobre una reforma que distintos organismos internacionales consideran imprescindible para España. «Nos damos unos días, pocos días más, como han señalado los sindicatos, para explorar todas las posibilidades».

El presidente de la patronal española, Gerardo Díaz Ferrán, se mostró ayer optimista sobre la posibilidad de llegar a un acuerdo. «Los temas están ya muy claros encima de la mesa», señaló durante una visita a Alicante.