Gijón/Oviedo/Madrid,

M.C./M.M./Agencias

Severino García Vigón, presidente de la Federación Asturiana de Empresarios (FADE), advirtió ayer de que la reforma laboral supondrá rebajar los derechos de los trabajadores, y que pensar lo contrario es «pura ilusión». También propuso que la Seguridad Social pague el cien por ciento de las bajas laborales desde el primer día, como una medida de presión en la lucha contra el absentismo. El Gobierno, la patronal CEOE y los sindicatos UGT y CC OO se reunirán hoy de nuevo para intentar salvar un acuerdo, aunque todas las partes coinciden en que las posturas están tan distantes que prácticamente dan por imposible el pacto. Esto es así hasta el punto de que el ministro del ramo, Celestino Corbacho, anunció ayer que la semana que viene habrá reforma con o sin acuerdo, porque el Gobierno legislará para que esté en marcha antes de que acabe este mes, tal y como anunció la vicepresidenta segunda, Elena Salgado.

El presidente de la patronal asturiana y vicepresidente de la CEOE no se anduvo ayer por las ramas: «Claro que (la reforma laboral) va a implicar una rebaja de derechos», y añadió que «si lo que quieren algunos es aumentarlos», en clara referencia a los sindicatos CC OO y UGT, «es una pura ilusión».

Vigón se expresaba en estos términos antes de la inauguración del II Foro del Sector Metal Asturias, que se celebra en el recinto de la Feria de Muestras de Gijón. Desde su posición preferente como vicepresidente de la CEOE, reconoció las enormes dificultades que existen para llegar a un acuerdo con los sindicatos, especialmente en lo que se refiere al abaratamiento del despido. El líder de los empresarios asturianos afirmó que el contrato de 33 días de indemnización por despido ya existe, y ahora «se trata de eliminar las trabas que impiden que funcione». Se refirió también a las causas objetivas de despido y afirmó que «no es comprensible que el 90% de los despidos disciplinarios de este país sean declarados improcedentes. Algo está mal, y no lo decimos nosotros, lo dice ya hasta el Gobierno».

Otra de las cuestiones que más controversia ha provocado es la que tiene que ver con la rebaja del absentismo y la necesidad de implantar medidas disuasorias para acabar con las bajas transitorias. Vigón hizo una propuesta: que de los cuatro a los 15 días de baja del trabajador no sean a cargo de los empresarios para ver, según él, si la Seguridad Social «se espabila y cuando (las bajas) nos cuesten a todos a ver si nos tomamos en serio realmente estas medidas», argumentó.

Las organizaciones sindicales en Asturias tampoco confían en que se pueda llegar a un acuerdo, ya que para eso, afirman, habría que aceptar un recorte de derechos laborales a los que se opondrán. De hecho, tanto en UGT como en CC OO se habla ya de huelga general, como si se diera por hecho que ya hay que buscar fecha en el calendario.

Aún así, Gobierno, patronal y sindicatos intentarán hoy en Madrid un acercamiento para intentar salvar el acuerdo. Será el penúltimo intento, ya que se prevé otra reunión la semana que viene que será la definitiva. Si en esa no hay pacto, el Gobierno hará la reforma laboral por decreto, tal y como aseguró ayer el Ministro de Trabajo, Celestino Corbacho.

Los 21 vicepresidentes de la CEOE, entre los que está el presidente de la patronal asturiana, se reunirán antes para tratar exclusivamente sobre la reforma laboral. Distintas fuentes coincidieron en que los empresarios podrían intentar un acuerdo de mínimos con sindicatos y empresarios, que incluiría las bonificaciones a la contratación, un plan de choque para incentivar la contratación juvenil y la incorporación del denominado «modelo alemán» de reducción de jornada.

Pero seguirían en el aire las cuestiones más conflictivas, referentes a la extensión del contrato de fomento del empleo, que supone la indemnización de 33 días por año en caso de despido, y la limitación de los contratos temporales para acabar con el sistema dual de contrataciones. El presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, aseguró ayer que el acuerdo «está muy difícil».