Oviedo, Javier CUARTAS

A veinticuatro horas de la decisiva asamblea de la intervenida caja manchega CCM, de la que dependerá que Cajastur pueda incorporarla a su grupo, según el proyecto respaldado por el Banco de España, la incertidumbre persiste sobre el nivel de asistencia que se alcance y sobre la actitud que finalmente adopte el PP. La combinación de ambos factores puede determinar el resultado final de la asamblea.

Para que CCM se integre en el Banco Liberta, filial de Cajastur, será preciso que asista al menos la mitad más uno de los miembros de la asamblea de la caja manchega y que, de los participantes, voten a favor dos tercios.

La asamblea la integran 150 miembros, pero existen dos vacantes por cubrir. De los 148 consejeros generales con mandato en vigor será imprescindible que acuda mañana a la asamblea de Cuenca un mínimo de 75. De los que asistan, dos de cada tres deberán votar que sí. En caso contrario, se frustrará la operación y CCM entrará en una fase crítica. En el Banco de España se asegura que no hay más opción que la de Cajastur.

El PP manchego es el único de los colectivos representados en la asamblea que ha mantenido una posición pública beligerante. Patronal, cámaras de Comercio, los cuatro sindicatos de CCM y PSOE han dicho que apoyarán a Cajastur. El PP ha descartado que vaya a votar que sí (lo dijo el viernes el diputado regional por Ciudad Real Francisco Gil-Ortega), pero su posición se desenvuelve en un terreno de indefinición. Su portavoz parlamentaria, Ana Guarino, dio a entender el jueves que dejarán hacer a la mayoría y que no obstaculizarán que salga el sí. El secretario regional de los populares, Vicente Tirado, matizó ayer que el PP decidirá su posición en función de la información que se dé a la asamblea, aunque ésta no será distinta de la que ya han recibido el PP y los demás miembros de CCM desde noviembre. La secretaria general nacional y presidenta del PP manchego, María Dolores de Cospedal, no se pronunció y ayer dijo que no era «prudente» anticipar la decisión. Y Tirado añadió aún más confusión porque sostuvo que el PP se opondrá tanto a la liquidación de CCM (alternativa más probable si sale el no) como a que sea controlada por un banco, en referencia a Liberta, que será el desenlace si sale el sí.

Votar que sí o abstenerse tendrán en este caso un mismo efecto aritmético: sumarán en ambos casos como voto en contra. La única posibilidad que tiene el PP de evitar el no y de no incurrir en el sí, pero dejar que éste salga adelante, como piden PSOE, sindicatos y empresarios, es no acudir, y a condición de que sí lo hagan en número suficiente los representantes de otros colectivos, para que haya quórum. Pero ayer Tirado aseguró que el PP asistirá. Otra cosa es que lo haga en su totalidad o de forma calculadamente restringida. De acudir los 148 consejeros, sólo si hay 98 síes podría el PP votar que no o abstenerse sin colocar a CCM y a sus más de 2.000 empleados en una situación incierta.

El PP controla unos 40 votos propios (27%), aunque dos disidentes (Francisco Galán y Germán Chamón) ya han dicho que apoyarán a Cajastur. Tradicionalmente en las asambleas de CCM el PP llegaba a controlar, por arrastre, unos 60 votos (el 40% del total) entre impositores, empleados y entes no públicos, mientras que el PSOE venía aglutinando el 60% (90 votos). Ahora, los sindicalistas y empresarios más cercanos al PP se han alejado de su estrategia. Si el PP optase por no acudir, bastarían 72 síes. Pero si acude como opositor, se precisarán al menos 98. La votación se hará a mano alzada (salvo que la asamblea decidiese otra cosa), lo que obligará a los consejeros a definirse de forma pública. Esto puede favorecer el sí, en la medida en que muchos consejeros no querrán arrostrar la impopularidad de oponerse al plan que defiende el grueso de los trabajadores, y que garantiza su empleo y derechos adquiridos, pero, al tiempo, dificultará la disidencia en aquellos grupos donde haya consigna de voto. La decisión sobre CCM precisa el respaldo de su asamblea (a diferencia de la de Cajasur, también en crisis) porque CCM se intervino antes de que la ley del FROB diese todo el poder decisorio al Banco de España.