Oviedo,

Marián MARTÍNEZ

La nueva normativa de créditos que ultima el Banco de España, con la que se pretende actuar con más severidad contra los morosos, supondrá aún más complicaciones para que las empresas puedan conseguir créditos. Las entidades financieras prevén que el anuncio oficial se produzca en los próximos días, pero ya se están preparando para sus implicaciones, que también afectarán a los préstamos al consumo.

El origen de esta nueva complicación, según las entidades financieras, está en la decisión adoptada por el Banco de España de acortar el calendario de los créditos impagados. Hasta ahora el banco o caja tenía entre 24 y 72 meses para provisionar el dinero de un crédito a partir del momento en que se calificaba de dudoso, o 90 días desde que no se pagaba. El proyecto de la nueva normativa unifica todos los calendarios de provisiones , para asegurar la cobertura del riesgo total transcurridos 12 meses.

Este recorte de plazos supone que las entidades financieras tendrán menos tiempo para provisionar esos fondos, o lo que es lo mismo, reducir de sus beneficios la parte que el cliente no le ha pagado y depositarlo en una cuenta aparte. Esta provisión tampoco se realiza de golpe, sino que a los seis meses del impago se deposita el 25%; entre seis y nueve meses se coloca el 50% y cuando ya ha pasado un año el 100%.

El problema que se plantea a las entidades financieras es que este recorte de plazos apenas les deja margen para buscar una solución con el deudor, como una refinanciación de la deuda.

La medida afectará a los créditos sin garantías reales, que son aquellos en los que no se ponen avales como inmuebles, acciones o dinero. Estos son los créditos que habitualmente piden las empresas para acometer inversiones o pagos y los particulares para adquirir, por ejemplo, electrodomésticos o un coche o hacer viajes o realizar una obra de mejora que suponga un volumen importante de dinero.

El Banco de España anunció la nueva normativa el pasado mes de mayo, y a petición de la propias entidades financieras decidió dar un margen de tiempo para que las entidades financieras hicieran sus cuentas y pudieran presentar propuestas. El plazo ya ha terminado y, en principio, no se espera que vayan a producirse variaciones importantes sobre el proyecto inicial.

Fuentes de dos entidades financieras asentadas en Asturias, que reclamaron anonimato, coincidieron al explicar que la consecuencia de esta medida será que los bancos pondrán más cortapisas a la hora de conceder créditos sin garantías reales. «La medida es oportuna, porque aunque los bancos españoles superemos las pruebas de estrés con buena nota, tener más provisiones supone más fortaleza, y eso es una buena señal para los mercados. Pero también nos hará vigilar mucho más a quién se le concede un préstamo, sobre todo cuando se trate de empresas, que ya son cantidades de un volumen importante», explicó una de las fuentes consultadas.