Oviedo, Javier CUARTAS

Los 1.394 millones otorgados como crédito por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) a la «fusión virtual» de Cajastur, CAM, Caja Extremadura y Caja Cantabria y la solvencia de la caja asturiana han permitido a este grupo o SIP, el quinto mayor del sector financiero y el tercero más relevante del subsector de cajas de ahorros, superar la prueba de esfuerzo o «stress test» europeo, con un nivel de solvencia del 7,8% en el peor de los escenarios analizados para el horizonte de fines de 2011, lo que supone que, aun en el caso extremo de deterioro de la economía, el grupo de las cuatro cajas quedaría 1,8 puntos porcentuales por encima del 6%, que es la ratio de solvencia que el Comité de Supervisores Financieros Europeos (CEBS) ha establecido como referencia para aprobar el examen. El mínimo regulatorio está actualmente en el 4%.

Este grupo, integrado por Cajastur, CAM y las cajas de Extremadura y Cantabria, aprobaría con sólo un 6 raspado en el caso de no haber dispuesto de los 1.493 millones del FROB, y que representarán el 1,8% de los recursos propios del futuro grupo. Este dinero, aun cuando se trata de un crédito, y a un interés elevado (superior al 7%), computa como recursos de máxima calidad, dado que, en caso de impago, se transformaría en capital y el FROB pasaría a ser accionista por ese importe del banco, que actuará como sociedad central de la «fusión virtual» que lidera Cajastur.

Cajastur, que en solitario no precisaría recursos del FROB según Citigroup, es la entidad que garantiza el aprobado para la futura «fusión virtual», dado que, según sus resultados del primer trimestre, la caja asturiana tiene un coeficiente de recursos propios de primera categoría («core capital») del 12,7% y duplica los requerimientos normativos, lo que supone un superávit de fondos propios de más de 860 millones.

Sin el dinero del FROB (1.493 millones) y sin los 860 millones de exceso de capital que Cajastur pone a disposición de la «fusión virtual», ésta no hubiese alcanzado el 6% de recursos propios que el CEBS estableció como nota mínima. Por el contrario, Cajastur, en solitario, ocuparía el tercer puesto de solvencia del sistema financiero nacional, por detrás sólo de Banca March y BBK.

De acuerdo con el estudio europeo divulgado ayer por los bancos centrales, la fusión que lidera Cajastur (pendiente aún de su aprobación por el consejo de CAM el lunes), se sitúa, una vez contabilizados el FROB y la solidez de Cajastur, como el séptimo grupo financiero más solvente de entre las 27 entidades financieras españolas analizadas, sólo por detrás de Banca March, BBK, Kutxa, Santander, BBVA y Unicaja. Esto implica que la «fusión virtual» que lidera Cajastur se convertirá, de prosperar -como se espera que ocurra-, en la más solvente de las fusiones reales y «virtuales» actualmente en marcha y también en la más sólida de las seis mayores cajas del país.

El baremo utilizado por el Comité de Supervisores Financieros Europeos (CEBS) para medir la fortaleza de las entidades ante un escenario hipotético de máximo deterioro de la economía (aunque «altamente improbable», según el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez), se fundamenta en la ratio «Tier 1».

«Tier I» es un indicador de «capital básico», que mide el porcentaje de capital social sobre activos de riesgo. En los recursos propios básicos se incluyen, además del capital, las reservas, las participaciones preferentes y los bonos obligatoriamente convertibles. También se puede nutrir con dotaciones extraordinarias anticipadas.

La difusión del «stress test» se produce en puertas de la crítica sesión del consejo de administración de la caja alicantina CAM que el lunes deberá decidir si acepta o no los términos del contrato de integración con Cajastur, Caja Extremadura y Caja Cantabria. Con los datos de ayer, CAM se enfrenta a un dilema extremo, toda vez que el Banco de España la ha advertido de que no dispondrá de recursos del FROB si opta por seguir en solitario y, obviamente, tampoco contaría con el concurso de sobrecapitalización de Cajastur para reforzar su posición.

El consejo del banco que dirigirá el futuro SIP se ha ampliado de 12 a 14. Esto se decidió antes del rechazo de CAM al contrato el día 15 y obedece al propósito de dar entrada en el mismo a los directores generales de las cuatro cajas. Con ello se persigue reforzar la fusión y favorecer la implantación gradual de un estilo de gobierno y de gestión único. Cajastur y CAM tendrán cuatro consejeros cada una; dos Caja Extremadura y otros dos Caja Cantabria. Además habrá, como ya estaba previsto, dos consejeros independientes.