Oviedo, José Luis SALINAS

Arcelor-Mittal descartó ayer llevar a cabo la ambiciosa reconstrucción del horno alto B de sus instalaciones de Veriña (Gijón), una obra que iba a suponer una inversión cercana a los 300 millones de euros (incluyendo también el desembolso necesario en la acería y otras instalaciones para hacer frente al aumento de la producción). En su lugar, Gonzalo Urquijo, único español en la cúpula directiva del gigante siderúrgico, aseguró que se acaban de aprobar unos 30 millones para la remodelación del horno alto y así garantizar su uso durante los próximos 15 o 20 años, aproximadamente hasta 2032. Las obras, según anunció el director de las plantas asturianas de la compañía, José Manuel Arias, comenzarán durante el primer trimestre de 2012, fecha que las estimaciones de la compañía fijan como el final de la vida útil del horno.

Desde el verano de 2008, cuando la multinacional aún mantenía sus planes de reconstrucción del alto horno B, hasta ahora nunca había dicho abiertamente que iba a abandonar la gran inversión de 300 millones. Se había limitado a afirmar que el desembolso había quedado paralizado por la crisis; pero no podían demorar más una decisión. Éste era un momento crítico, ya que al horno alto B le queda tan sólo un año y medio de vida. «Había que tomar una decisión», indican desde la compañía. Ahora se harán modificaciones en el sistema refractario y en el crisol del horno, así como mejoras en la inyección del carbón pulverizado y en los dispositivos informáticos que controlan la marcha de la instalación.

La crisis ha cortado en seco muchos de los proyectos del gigante siderúrgico. En 2007, antes del inicio de las dificultades económicas, la multinacional había presentado un ambicioso plan para la mejora de sus instalaciones asturianas. Ahora todo ha quedado recortado. En los próximos meses, según detalló Urquijo, en las plantas de la región se invertirán otros 30 millones de euros, además de los previstos para el horno alto B. El grueso de esa partida, 24 millones, será para la línea de decapado y el tándem de Avilés, mientras que otros 5 irán destinados a un proyecto para tratar de reducir las emisiones del sínter A de Gijón. «Estamos invirtiendo cantidades importante, que irán aumentando al ritmo que aumente también la demanda de acero», destacó Urquijo ayer durante la presentación de resultados del segundo trimestre.

La siderúrgica, que durante el primer semestre del año ganó 2.383 millones de dólares (unos 1.830 millones de euros), en contraste con los números rojos de 792 millones de dólares (608 millones de euros) del mismo período de 2009, ha notado a lo largo de los últimos meses un constante aumento de la demanda mundial de acero. No obstante, el conglomerado siderúrgico, según señaló su presidente, el magnate indio Lakshmi Mittal, prevé nuevas dificultades durante el tercer trimestre del año debido a tres razones: «El retroceso de la demanda de China, la caída coyuntural de la actividad durante el mes de agosto y la debilidad del mercado del sur de Europa», muy afectado aún, según Mittal, por los efectos de la crisis de la construcción y el retroceso que está sufriendo el mercado de turismos después de que muchos gobiernos, como es el caso del español, decidieran retirar las ayudas directas para la compra.

Como fruto de esta bajada de la demanda, que según la empresa es coyuntural, la siderúrgica parará durante unas semanas cuatro hornos europeos -ninguno de los dos de Asturias- y aprovechará para realizar tareas de mantenimiento en estas instalaciones.

Según sus previsiones para el tercer trimestre del año, el resultado bruto de explotación de Arcelor-Mittal bajará hasta los 2.500 millones de dólares (en el segundo trimestre se situó en 3.000). Lakshmi Mittal ayer anunció que durante este trimestre habrá, además, un encarecimiento de los precios del acero debido a que las materias primas también están incrementando sus precios.

La dirección de la compañía en el Principado aseguró también que durante los últimos meses han constatado un importante aumento de las exportaciones que salen de sus fábricas de la región. «Esto demuestra», señaló Gonzalo Urquijo, «que la demanda nacional sigue siendo baja pero las plantas de la región son competitivas, ya que sus productos son muy demandados fuera».

La multinacional siderúrgica reconoce, además, que está preocupada por el plan del Gobierno español de congelar y ralentizar muchas de las obras públicas que ya estaban en marcha. «Somos conscientes de que los gobiernos europeos tienen que reducir sus déficits, pero deberían hacerlo por el lado del gasto y no por el de las inversiones», señaló Urquijo. Según la multinacional del acero, la producción en sus instalaciones de productos largos en Gijón (como el carril o el alambrón) puede resentirse como consecuencia del recorte. Urquijo sí que puntualizó que «la crisis sigue estando ahí, pero lo peor ya ha pasado».

La compañía sacó pecho al hablar de los buenos resultados que está obteniendo su programa para reducir la abultada deuda del grupo. El director financiero de la multinacional siderúrgica, Aditya Mittal, explicó que el endeudamiento neto se redujo en 400 millones de dólares, situándose en 20.300 millones. La cifra de negocio del grupo mejoró un 33% y se elevó a unos 31.002 millones de euros.

El gigante siderúrgico anunció también que va a crear una filial especializada en acero inoxidable, para aprovechar, apuntan, el fuerte crecimiento que esperan que se produzca en este mercado. Según la compañía, esta medida permitiría beneficiarse de una mayor visibilidad en estos mercados y proseguir con su estrategia de crecimiento como una empresa independiente en las economías emergentes y en el área de productos especiales.