Washington, Efe

El Gobierno español está «totalmente convencido» de que va a cumplir con sus objetivos de reducción del déficit y de que no necesita un «plan B», como proponen el FMI y el Banco de España, según aseguró ayer la vicepresidenta segunda y ministra de Economía, Elena Salgado. La ministra participó en Washington en la asamblea anual del Banco Mundial y del FMI, institución que cree que España crecerá el año próximo casi la mitad de lo que contempla el Gobierno, un 0,7% frente a un 1,3%.

Con estas previsiones de fondo, tanto el FMI como el Banco de España han sugerido al Gobierno de Zapatero que, en previsión de que no pueda cumplir su proyección de crecimiento, diseñe un plan de contingencia, al que se ha bautizado como «plan B», para corregir posibles desviaciones del Presupuesto. El primero en apuntar esa posibilidad fue el Gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, al que se unió más tarde el FMI, a través del responsable de Asuntos Monetarios y Mercados, el español José Viñals.

El FMI y el Banco Mundial concluyeron ayer su asamblea anual, que ha estado dominada por el debate sobre las tensiones en los mercados de divisas. Detrás de la «guerra» se encuentra China y su resistencia para dejar que el yuan se aprecie libremente, lo que ha obligado a otras naciones emergentes, como Brasil y Corea del Sur, a seguir su ejemplo para no perder competitividad. La reunión de ayer se cerró sin esperanza de que hubiese un compromiso para poner freno a estas medidas proteccionistas.