Oviedo, Luis GANCEDO

La economía asturiana enfila la última parte de 2010 con análoga debilidad a la que presenta España en su conjunto, según el consenso de los expertos. Tras haber tocado fondo a mediados de 2009, la actividad productiva está avanzando este año de forma poco vigorosa e insuficiente para crear empleo neto. Y ese patrón puede reproducirse durante el próximo año, a decir de observatorios económicos como Hispalink, el Instituto Flores de Lemus y Funcas. El diagnóstico sectorial en los tres casos es el siguiente: la industria da las señales más sólidas de recuperación, los servicios aguantan y la construcción, por donde empezó esta crisis, sigue en negativo, lastrando la recuperación de Asturias.

Joaquín Lorences, catedrático de Fundamentos del Análisis Económico de la Universidad de Oviedo y coordinador para Asturias de las predicciones del Instituto Flores de Lemus (Universidad Carlos III), sostiene la siguiente tesis: «La contracción de la producción agregada de la región que se espera para este año tiene su origen en la pérdida de actividad en la construcción, que neutraliza los buenos resultados de la industria y los también positivos, aunque más modestos, del conjunto de los servicios. Si no fuera por dicho sector, la economía asturiana entraría este año en cifras positivas de crecimiento».

El Instituto Flores de Lemus ha estimado, efectivamente, que la economía regional decrecerá este año -en términos de valor añadido bruto (VAB)- el 0,2%, una décima menos que España. De cumplirse tal predicción, Asturias encadenaría su segundo año en «números rojos», aunque con un perfil distinto al de 2009. En este último ejercicio, el de la gran recesión, el retroceso económico de Asturias (-3,7% del PIB) fue el resultado de grandes caídas en la industria y en la construcción. Los centros de predicción económica coinciden ahora en que durante 2010 la actividad industrial ha vuelto a terreno positivo. No se ha recuperado todo el terreno perdido en 2009, pero el sector ha sacado rentabilidad del repunte del comercio exterior, bien mediante sus exportaciones directas, bien con la venta de productos a otras industrias exportadoras. «Asturias ha aprovechado mejor que otras partes de España las condiciones del mercado internacional», sostiene Lorences. En ese contexto, el Instituto Flores de Lemus calcula que la industria asturiana cerrará 2010 con un crecimiento del 2,2%, mientras que Funcas deja su estimación en el 1,8%, e Hispalink eleva hasta el 2,8% su cálculo para el último trimestre del año.

La construcción no levanta cabeza y eso no es un problema menor para la economía asturiana, subrayan los expertos. Flores de Lemus ha pronosticado un descenso de actividad constructora del 5,5%. Según Funcas, la caída superará el 6%. Las cuentas del grupo Hispalink, coordinado en Asturias por los profesores Ana Jesús López y Rigoberto Pérez, pronostican también fuertes retrocesos en el valor de la producción y en el empleo. «Estos datos muestran el peso y la importancia que tiene para la economía regional que la construcción culmine pronto su ajuste a las nuevas circunstancias del mercado, pues sólo de este sector depende que Asturias se mantenga este año en recesión en cómputo anual», expone el catedrático Joaquín Lorences. Sus cálculos indican que, descontando el impacto negativo de la construcción, la economía asturiana firmaría este año un crecimiento positivo, aunque débil (0,4%).

¿Cómo de importante es la construcción para la economía asturiana? Dirigentes políticos, empresarios y economistas han enfatizado, desde que comenzó la crisis, que Asturias ha tenido un crecimiento más equilibrado que otros territorios durante la última década, que el «boom» inmobiliario fue menos intenso aquí que en otras partes de España y que, por ello, los daños pueden ser menores y la capacidad de respuesta, mayor.

Sin embargo, Asturias está entre las economías regionales donde la construcción tiene un peso mayor en el producto interior bruto (PIB). En 2009, el sector aportó el 12,1% del PIB, proporción sólo superada por Extremadura y Castilla-La Mancha. Y Asturias es, asimismo, una de las regiones donde más aumentó desde 1995 la contribución de la construcción a la riqueza regional, según datos oficiales recogidos por la patronal SEOPAN. La explicación está, aclaran los economistas, en la obra pública. El negocio que genera la inversión de las administraciones en infraestructuras y equipamientos ha supuesto en estos años, según algunos cálculos, el 60% de la actividad constructora, frente al 40% de la edificación residencial, aunque ésta última genera más empleos. ¿Cómo marchan ambas partes del negocio?

l La edificación. A pesar de que las ventas de pisos han repuntado y aliviado el «stock» de los promotores asturianos, los visados de los arquitectos indican que el ajuste no ha tocado fondo. Los proyectos para edificar están cayendo (alrededor de un 30%, según datos del Gobierno) y el crédito continúa muy restringido para los promotores, sostiene la patronal CAC-ASPROCON. Y las expectativas de evolución general del empleo y de la creación de hogares -indicadores capitales para vislumbrar la demanda futura- desalientan la inversión.

l La obra pública. CAC-ASPROCON ha alertado de que los recortes en la inversión pública están acercando a las empresas al abismo, más cuando llega el final de grandes obras que en estos años han tirado del negocio: ampliación del puerto de El Musel, Hospital Central, variante de Pajares... La licitación baja este año (un 13,5%, según los constructores) y las expectativas presupuestarias para 2011 son negativas. Un indicador más: las ventas de cemento retroceden casi el 30 por ciento.

Ante señales como ésas, el Instituto Flores de Lemus presagia que la construcción seguirá restando en 2011. Asturias crecerá en ese ejercicio, según el grupo de Lorences, a un ritmo muy tibio (0,5%), aunque algo superior al que se atribuye a España (0,3%), e Hispalink presume que la economía regional seguirá el próximo año «estancada». Como los principales organismos internacionales y la gran mayoría de los servicios de estudios españoles, ni Flores de Lemus, ni Funcas, ni Hispalink creen que el país pueda llegar a crecer el próximo año el 1,3% que el Gobierno ha previsto al hacer sus Presupuestos.