Catedrático de Política Económica

Oviedo, Marián MARTÍNEZ

Antón Costas es catedrático de Política Económica, impulsor y director del grupo de investigación en Políticas Públicas y Regulación Económica de la Universidad de Barcelona, ha dirigido y formado parte de numerosas comisiones de asesoramiento a diferentes gobiernos en materia de política pública y en la actualidad es presidente del consejo consultivo de Endesa.

-¿La Unión Europea y su fondo de rescate están actuando correctamente ?

-Una de las causas del desorden en los rescates es que la Unión Monetaria Europea no tiene un mecanismo formalizado para intervenir en situaciones como la actual. A raíz de la crisis en Grecia se creó el fondo de rescate, pero se ha ido a empujones. Es muy importante que se convierta en un mecanismo fijo.

-¿Nadie pensó que algún país miembro pudiera necesitar ayuda alguna vez?

-No se planteó nada similar porque el euro se creó en plena expansión económica y no se contempló una situación de riesgo o desequilibrio como el que se ha producido. Pero aunque sea a trancas y barrancas se saldrá adelante.

-¿No cree entonces que vaya a desaparecer el euro?

-No lo veo probable. Lo que pasa es que la estrategia de Alemania es ir al límite del precipicio para entonces intervenir.

-¿Por qué?

-Porque tiene una restricción constitucional que le impide ayudar a rescatar un país excepto si su quiebra pueda arrastrar al euro. Por eso insiste tanto en que hay que demostrar que la crisis en Irlanda puede arrastrarnos a todos y al euro, para eludir esa restricción.

-En todo caso, Alemania marca el paso.

-Es que ha sido la gran beneficiaria del euro. Consiguió que nadie pudiera usar su tipo de cambio para corregir desequilibrios de competitividad y eso le ha permitido exportarnos hasta su propio desempleo. Que es una economía muy competitiva no lo pone nadie en duda, pero además ha tenido una política de austeridad interna y nos han vendido todos sus productos a los demás. Ahora no nos puede acusar a todos de ser poco competitivos y poco trabajadores, porque además no es cierto.

-La canciller Ángela Merkel plantea algo que parece razonable: el que compra deuda de un país que corra con parte de las pérdidas si hay problemas...

-En términos generales estoy de acuerdo: el que presta dinero a alguien debe asumir riesgos. El problema es que este tipo de cosas no se pueden plantear cuando Irlanda está anunciando duros recortes y ajustes y en plena negociación para reconducir su economía y evitar el rescate, porque los tenedores de deuda de Irlanda caen en el pánico e intentan vender el absoluto desorden. Merkel se comporta de manera desleal con el resto de socios europeos.

-¿Por qué?

-Por un lado, porque hay un cambio generacional en la élite germana, y la nueva generación no se ve tan comprometida con la UE como con su propio país. Y además, es más soberbia, en el sentido de que se consideran más competitivos, disciplinados, trabajadores y ahorradores que el resto de países, a los que ve como fiscalmente manirrotos, indisciplinados, nada competitivos y muy rígidos en términos económicos y laborales. Y desde luego Irlanda no es el caso, porque en 2007 tenía un superávit fiscal espectacular, un mercado de trabajo más flexible que Hong Kong y era muy competitivo.

-¿Por qué dice que Alemania tiene culpa?

-Pues tiene su parte de culpa porque el dinero que ahorraban conteniendo su consumo interno sus bancos lo destinaron a prestarlo a bancos de todos los países, y a los irlandeses y españoles para financiar una frenética actividad inmobiliaria. Y ahora están pillados. Insisto, Alemania no quiere reconocer su parte de culpa.

-¿España necesitará que la rescaten?

-Grecia, Irlanda, Portugal, España... Son problemas distintos y distantes, pero puede ocurrir como con las epidemias. España tiene una deuda pública aceptable, similar a la de otros países, y una deuda bancaria elevada pero manejable, la duda está en la capacidad de crecimiento de la economía para los próximos años, y si será suficiente para pagar la deuda hasta 2015.

-Hay datos positivos, como la mejoría del PIB o la reducción del déficit, pero la presión de los mercados no cesa.

-Mire, el diferencial del tipo de interés con el bono alemán no es porque suban los tipos a España, que está en términos relativamente bajos, sino porque baja el tipo de interés al que se le presta dinero a Alemania, que está recibiendo préstamos prácticamente a un tipo de interés cero. Por eso aumenta el diferencial. Y hay otro aspecto fundamental, que es generar confianza. Es muy importante que se vea unidad interna en la defensa del esfuerzo que estamos haciendo y sus resultados. Y además, el Gobierno debe ser transparente y dar información, porque no hacerlo es dejar que el entorno nos contamine.

«No veo probable que el euro desaparezca; aun a trancas y barrancas, se saldrá adelante»